Muchos son los famosos que decidieron viajar a Qatar para poder disfrutar del Mundial de Fútbol, pero no todos se animan a ir más allá de los estadios y las playas. Muy diferente es lo que ocurre con Marcelo Tinelli y su primo El Tirri.
El famoso conductor de televisión se lanzó a la aventura junto a un grupo de hombres muy divertidos. A su lado desde el primer momento estuvo Lolo, su hijo menor, y luego se sumaron otros más como su primo Luciano, Fede Hoppe, Pablo Chato Prada.
En el último cruce que la Scaloneta tuvo frente a Polonia, el grupo estuvo presente y Tinelli no dudó en dedicarle unas palabras a su primo por el emocionante momento vivido. “Te amo tanto mi hermano del alma Luciano. Siempre juntos”, escribió Marcelo.
A la mañana siguiente, el ambiente se tornó de otro color. “Qué desastre la convivencia con El Tirri. Es muy poco eficiente. Volaron huevos, se tapó la cañería”, detalló Tinelli con un video donde mostraba la situación.
Luego comentó que su primo había tapado la cañería porque tiraba la yerba por ese lugar. “Ahora voy a llamar a los filipinos, ellos arreglan todo”, explicó con tono resolutivo el tío de Lolo.
Según los rumores, Tirri ya conocía a algunos trabajadores que reparaban ciertas situaciones domésticas y, desde un primer momento, supo comunicarse con varios de ellos.
Lejos de estos momentos conflictivos, en otra ocasión Luciano decidió lookearse como un árabe y Tinelli lo ayudó. Así recorrió las calles de Doha y quienes lo encontraban creían que era cierto, hasta Sebastián El Pollo Vignolo tardó en reconocerlo.
“Mohamed Al Sanat Tirri”, lo bautizó Marcelo, y subió la foto a sus redes. Y todo terminó con un momento desopilante cuando le estrechó la mano y le pidió la foto a un supuesto Jeff Bezos. Pero no era el dueño de Amazon, sino un turista más con un leve parecido. “El Tirri fue corriendo a saludarlo, nada que ver”, se burló el conductor.
Marcelo Tinelli se adentró a los desiertos qataríes con su primo
Para calmar la ansiedad y nervios entre cada partido de la albiceleste, el grupo de hombres decidió embarcarse en la alocada aventura de conocer el desierto.
En ese caso también tuvieron posiciones desencontradas. Por un lado, Marcelo documentó cada imágen en su celular y se dejó llevar por el gran paisaje; lejos de esto, El Tirri sufrió todo el viaje agarrado de la ventanilla del vehículo porque el conductor bailaba más de lo que conducía.
Al terminar la aventura, se cruzaron con un grupo de compatriotas que habían aprovechado el descanso de la Scaloneta para disfrutar de un rato de esparcimiento: “Esto es lo más parecido a Pinamar, Necochea, los balnearios argentinos”, concluyó el productor.