En la tarde del pasado 8 de septiembre falleció tras una operación de riñón que lo tuvo internado diez días, el querido cantante Marciano Cantero (62). Sus restos eran velados el viernes en Mendoza al ritmo de las canciones de Los Enanitos Verdes, que tanto nos hizo corear. No es solo un lamento boliviano, es mundial.
El curioso origen del nombre del grupo Los Enanitos Verdes se remite a un episodio paranormal que los integrantes destacaron al comienzo de sus carreras, por el año 1979, y que vivió una familia mendocina, llegando a las noticias.
Por qué la banda se llamaba Los Enanitos Verdes: un “enanito verde” en el Puente del Inca
La familia Nobiltá que volvía de una excursión se tomó algunas fotografías en el Puente del Inca. Inés Tecchioli, una de las protagonistas de la imagen, explicó que cuando llegaron al lugar sintió que había “algo raro”, situación que fue reforzada al revelar las fotos. En la imagen aparecía una figura fuera de lo común y de color anaranjado y algunos destellos de verde.
Este hecho de los famosos “enanitos verdes” del Puente del Inca tuvo una trascendencia pública notoria, por lo que la imagen salió en los periódicos locales e incluso se llegó a decir que la fotografía llegó hasta la NASA para comprobar su autenticidad.
La versión de esta familia se relacionó con otros relatos que afirmaban que existían algunas figuras. Es de allí que Los Enanitos Verdes (Marciano Cantero, Felipe Staiti y Daniel Piccolo), sin pensarlo dos veces y con sentido de permanencia por la provincia que los vio nacer, confirmaron su denominación.
Además de sus exitosas melodías, Los Enanitos Verdes fue identificado por quienes los escuchaban debido a su peculiar nombre, mismo que de acuerdo a lo que informó la banda en su página oficial, deriva de un suceso paranormal ocurrido hace ya 43 años.