Cada año, para sorpresa de muchos se celebra en Petaluma, California un extraño concurso. A pesar de lo que se pueda pensar, este no es un concurso de belleza que busque la fealdad ante todo. Como bien se sabe, los perros son los mejores amigos del hombre, y reciben este titulo por su lealtad inalterables y personalidades que alegran la vida de sus dueños.
Es por eso que la misma directora comenzó explicando sobre el objetivo del certamen: “No nos interesa el linaje. Es la belleza interior y la personalidad lo que tenemos en cuenta a la hora de otorgar los premios”, aseguró Karen Spencer, directora de la empresa organizadora del certamen.
A pesar de que el jurado evalúa sus “atributos inusuales, fealdad natural y personalidad”, el objetivo del evento es “aplaudir la imperfección y crear conciencia sobre la adopción, sin importar los atributos físicos de los animales”. El premio es de US$1.500, además de un trofeo y un viaje a Nueva York para presentar la mascota a los medios.
Los últimos ganadores
En 2015 el mundo se sorprendió cuando Quasi Modo se presentó en el certamen del que resultó ganador. El perrito, fue abandonada en un refugio cuando era un cachorro y adoptada por un veterinario. Según cuenta su dueño, destaca su personalidad “alegre y noble”. Es un canino de raza mixta, entre pastor holandés y pit bull.
Al ver su fisionomía, muchos pueden creer que el canino sufre de alguna deficiencia física. Pero en realidad se encuentra en perfecta forma. Según su biografía, se ha convertido en “una gran embajadora de la aceptación y tolerancia hacia quienes son diferentes”.
En 2017, fue una enorme una mastín napolitano hembra llamada Martha quien se llevó el premio. Tenía 3 años de edad y 56 kilos de peso. Pero fue su presentación lo que conquistó al jurado: sacudió sus enormes mofletes cargados de baba, se acostó cuando debía desfilar y hasta roncó un poco.
En 2018, quien se ganó el premio fue Zsa Zsa, un bulldog inglés hembra de 9 años. Lo que la hicieron merecedora del premio fue una lengua tan larga que casi llegaba hasta el piso, la cara arrugada y unos dientes protuberantes. Lamentablemente, Zsa Zsa falleció ese mismo año.
Al año siguiente, fue “Scamp the Tramp”, que traducido al español es “Pícaro, el vagabundo”, un perro mestizo con una melena alocada. “No importa cuánto acondicionador apliques, es imposible calmar esa melena”, declaró su dueña.