Limpiá las carteras o superficies de cuero en simples pasos

Los accesorios hechos de este material pueden durar años si se los trata correctamente. Es fundamental dedicarle cuidados específicos.

Limpiá las carteras o superficies de cuero en simples pasos
El cuero se distingue por su textura, resistencia y apariencia sofisticada. Foto: Gabriela Colombo

Aunque existen materiales más fáciles de limpiar, el cuero se distingue por su textura, resistencia y apariencia sofisticada, lo que lo convierte en un favorito indiscutido. Sin embargo, para que una cartera de cuero o cualquier accesorio conserve su esplendor con el tiempo, es fundamental dedicarle cuidados específicos, especialmente en su limpieza y guardado.

Antes de abordar la limpieza exterior, es importante ocuparse del interior.
Antes de abordar la limpieza exterior, es importante ocuparse del interior.

El interior de la cartera

Antes de abordar la limpieza exterior, es importante ocuparse del interior.

- Vaciar completamente la cartera es el primer paso: retirá todo lo que esté adentro y sacudila suavemente para eliminar restos de suciedad sueltos. Si encontrás polvo acumulado, una aspiradora de mano puede ser una excelente aliada.

- Además, prestá atención a posibles manchas visibles en el forro interno. Para tratarlas, usá un paño apenas húmedo con un poco de agua y frotá suavemente las zonas afectadas. Este proceso ayudará a mantener el interior limpio sin dañar el revestimiento.

El exterior de cuero

El cuero requiere un enfoque delicado y meticuloso para evitar daños en su superficie. Para limpiar el exterior de la cartera, vas a necesitar los siguientes materiales: un paño suave o de microfibra, agua tibia, jabón neutro (como el de manos o un detergente suave).

  • Prepará una solución adecuada: Mezclá agua tibia con unas gotas de jabón neutro en un recipiente.
  • Usá un trapo escurrido: Humedecé un paño en la solución y asegurate de escurrirlo bien para evitar que gotee, ya que el exceso de agua puede dañar el cuero.
  • Limpiá con suavidad: Pasá el trapo húmedo sobre la superficie de la cartera. Evitá frotar con fuerza para prevenir rayones o marcas.
  • Secá cuidadosamente: Utilizá un paño seco y limpio para eliminar cualquier resto de humedad. Es crucial no exponer la cartera al sol directo; dejala secar a temperatura ambiente para evitar que el cuero se reseque o se agriete.

El cuidado del cuero no termina con la limpieza. Elegí un lugar fresco y seco para guardar los accesorios, preferiblemente dentro de una funda de tela que la proteja del polvo y la humedad. Evitá exponerla a la luz solar directa o a temperaturas extremas, ya que estos factores pueden deteriorar su color y textura con el tiempo.

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