El budín de chocolate y vino tinto es una deliciosa variante de los tradicionales bizcochuelos que combina el sabor intenso del cacao con la complejidad aromática del vino tinto.
Esta receta se destaca por su textura húmeda y suave, así como por su sabor único proveniente de la combinación de los chips de chocolate, los frutos secos y el vino tinto, ingredientes que aportan un toque de elegancia.
Este es un postre ideal para cualquier momento y teniendo presente que se acerca el Día del Padre, aún más, dado que es un momento para reuniones familiares, regalos y reconocimiento del amor que trasmiten.
El vino tinto es protagonismo de esta receta, y no podemos negar que es conocido por su característico color y sabor. Resulta de un meticuloso proceso de elaboración que comienza con la selección de uvas tintas. La calidad del vino puede variar según el tiempo de envejecimiento en barrica y botella, dando lugar a distintos tipos.
Los ingredientes que se usan para este budín de chocolate y vino tinto son: 250 gramos de crema de leche, 300 gramos de azúcar, 50 gramos de cacao amargo, 375 gramos de harina leudante, 5 huevos, 1 cucharada de esencia de vainilla, 75 cc de vino Malbec y 200 gramos de chips de chocolate y/o frutos secos.
Preparación del mejor budín con vino tinto
Para comenzar con esta receta, se comienza precalentando el horno (a 180 grados) y engrasando el molde. Luego, en un recipiente tamiza la harina, el cacao en polvo, el polvo de hornear y el bicarbonato, reservando esta mezcla seca junta.
En otro recipiente, batí los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla espumosa, a la que le vas a añadir el aceite, integrando bien. Finalmente, se incorpora la mezcla de harina y cacao, mezclando hasta obtener una preparación homogénea. Es entonces cuando añades el vino tinto.
Vertí la preparación en el molde y lleva al horno precalentado durante 35 a 40 minutos. Una vez fuera del horno, hay que derretir chocolate y se lo vas a volcar por arriba del budín, añadiendo frutos secos.
El resultado es un postre con una corteza ligeramente crujiente y un interior que es puro placer al paladar. Este budín de chocolate y vino tinto es ideal para compartir como un capricho dulce en cualquier momento del día.