La pandemia del coronavirus supuso un momento crítico para miles y miles de trabajadores en todo el mundo que quedaron desocupados y debieron afrontan un difícil pasar económico.
Uno de los tantos casos fue el de Elizandra, una brasilera oriunda de São Vicente, cuyos proyectos económicos se derrumbaron por las restricciones y el parate que impuso el Covid 19. Sin embargo, compartiendo experiencias con mujeres que atravesaban situaciones como la de ella fue que encontró la solución.
“Comencé a hablar con mucha gente y me encontré con muchas chicas que tienen miedo de viajar en taxi o conseguir un chofer por alguna de las aplicaciones”. Automáticamente pensó en su vehículo guardado garaje hacía casi un año, en su necesidad de dinero y la solución se presentó ante ella: “Empecé a trabajar como chofer exclusivamente de mujeres y de forma privada, sin estar vinculada a apps de transporte”, explicó.
La noticia sobre su servicio corrió como reguero de pólvora y las clientas se multiplicaron: mujeres mayores, madres que llevaban o buscaban a sus hijos a la escuela y, los fines de semana, chicas que salen a bailar a discotecas.
“Estoy por comprar otro auto y asociarme con mi hermana”, aseguró según lo consigna BS9.
Pero su popularidad dio un salto astronómico tras hacer un posteo en Facebook que se viralizó al instante: promocionó su emprendimiento a través de una publicación en la que puso una pizca de humor: “¿Sospechas de tu crush? ¡Lo seguimos! ¿Vas a huir de casa y dejar al infiel? Te ayudaré a mover tus cosas. ¿Quieres esperar a tu marido frente al motel? Te llevo y espero con vos. No podés pagar un psicólogo, soy todo oídos para que te desahogues”.
“Fue una viralización increíble. Tengo que dejar mi teléfono en modo ‘no molestar’, porque recibo muchas llamadas mientras estoy manejando”, contó a BS9.
“Me reinventé como ser humano. Estaba muy triste, derrotada, sintiéndome sola. Dejé mis problemas a un lado y comencé a mirar los problemas de los demás. No es solo ganar dinero, es ayudar a otras mujeres”.