La focaccia es un pan italiano muy popular, conocido por su textura esponjosa y su versatilidad en la cocina. Es un pan plano, pero con una miga aireada y una corteza crujiente, que se puede disfrutar solo o con diversos acompañamientos. Lo mejor de la focaccia es que es fácil de preparar, incluso para quienes no tienen mucha experiencia en la panadería.
Ingredientes
Para hacer una focaccia clásica, necesitarás pocos ingredientes básicos que probablemente ya tengas en tu cocina. Esto es lo que necesitas:
- 500 gramos de harina de trigo (preferiblemente de fuerza, pero la común también funciona)
- 10 gramos de sal
- 15 gramos de azúcar
- 7 gramos de levadura seca (o 25 gramos de levadura fresca)
- 350 ml de agua tibia
- 50 ml de aceite de oliva extra virgen
- Romero fresco al gusto
- Sal gruesa para espolvorear
Preparación
- Mezcla de ingredientes secos: En un bol grande, combina la harina, la sal y el azúcar. Si usas levadura seca, agrégala también a la mezcla. Si usas levadura fresca, disuélvela en un poco de agua tibia antes de incorporarla.
- Incorporar el agua: Añade gradualmente el agua tibia mientras mezclas hasta formar una masa. Es importante no echar toda el agua de una vez para controlar mejor la textura de la masa.
- Amasado: Una vez formada la masa, transfiérela a una superficie enharinada y amásala durante unos 10 minutos hasta que esté suave y elástica. Este paso es clave para desarrollar el gluten que dará a la focaccia su esponjosidad característica.
- Primer levado: Coloca la masa en un bol ligeramente aceitado, cúbrela con un paño y déjala reposar en un lugar cálido durante aproximadamente una hora, o hasta que doble su tamaño.
- Formar la focaccia: Una vez que la masa haya levado, estírala sobre una bandeja para hornear previamente aceitada. Con las yemas de los dedos, haz pequeñas hendiduras en la superficie de la masa.
- Añadir el toque final: Riega la masa con el aceite de oliva restante, esparce romero fresco y espolvorea sal gruesa al gusto.
- Segundo levado y horneado: Deja que la focaccia repose otros 20 minutos mientras calientas el horno a 220°C. Hornea durante 20-25 minutos o hasta que esté dorada.
La focaccia es ideal para acompañar sopas, hacer sándwiches o simplemente disfrutar con un buen aceite de oliva y queso.