Los acolchados, también conocidos como edredones o cubrecamas, son esenciales para nuestra comodidad y bienestar, pero también pueden acumular polvo, ácaros y manchas con el tiempo.
El primer paso para limpiar los acolchados es revisar la etiqueta del fabricante. Esto es crucial, ya que algunos acolchados pueden tener instrucciones específicas de lavado que deben seguirse para evitar daños. En general, la mayoría de los acolchados pueden lavarse en una lavadora, pero siempre es bueno confirmar.
Para una limpieza profunda y eficaz, comienza por sacudir bien el acolchado al aire libre. Esto ayudará a eliminar el polvo superficial y cualquier partícula suelta. Si tienes una aspiradora con accesorio de cepillo suave, puedes pasarla por toda la superficie del acolchado para una limpieza más a fondo.
El siguiente paso es el lavado. Si el acolchado es apto para lavadora, colócalo en el tambor, asegurándote de que no esté demasiado apretado para permitir un lavado eficaz. Utiliza un detergente suave y programa la lavadora en un ciclo de agua fría o tibia, con un centrifugado suave. Añadir una o dos pelotas de tenis limpias dentro de la lavadora puede ayudar a mantener el acolchado esponjoso durante el lavado.
En caso de manchas difíciles, puedes pretratarlas antes de lavar el acolchado. Aplica una pequeña cantidad de detergente líquido directamente sobre la mancha y frota suavemente con un cepillo de dientes viejo. Deja actuar durante unos minutos antes de proceder al lavado.
El secado del acolchado, el truco para que tenga rico olor
Secar el acolchado correctamente es tan importante como lavarlo bien. Si el acolchado es apto para secadora, utiliza un ciclo de baja temperatura y añade nuevamente las pelotas de tenis para mantener la esponjosidad.
Es fundamental asegurarse de que el acolchado esté completamente seco antes de usarlo o guardarlo, ya que la humedad puede causar moho y malos olores.
Si prefieres el secado al aire, extiende el acolchado en una superficie plana y bien ventilada. Voltea y sacude el acolchado ocasionalmente para asegurar un secado uniforme y evitar la acumulación de humedad en una sola área.
Finalmente, para mantener tus acolchados frescos entre lavados, ventílalos al aire libre regularmente y sacúdelos para esponjarlos. También puedes usar un spray desinfectante de telas para mantenerlos libres de ácaros y con un aroma agradable.
