El pasado jueves, durante el partido de octavos de final entre Boca Juniors y Cruzeiro por la Copa Sudamericana, ocurrió un incidente que generó muchísima controversia en el mundo del fútbol y las redes sociales.
Los hinchas brasileños, ubicados en una de las plateas de la Bombonera, arrojaron billetes de $1.000 pesos argentinos rotos a los hinchas de Boca que se encontraban en la primera y segunda bandeja del estadio. Este acto de burla fue rápidamente captado por las cámaras y se volvió viral en las redes sociales, causando un gran revuelo y muchas reacciones.
Uno de los comentarios que más resonó fue el del legislador Ramiro Marra, miembro del partido La Libertad Avanza y asesor del candidato presidencial Javier Milei. Marra, en lugar de condenar la acción, la aplaudió en su cuenta de X. “No pasa nada, nos sirve. Están ayudando a reducir el circulante monetario y dieron divisas internacionales a cambio. Por mí, que lo sigan haciendo”, expresó Marra en su publicación de la red social antes conocida como Twitter.
Sus palabras generaron un grandebate en redes, donde algunos usuarios respaldaron su punto de vista, mientras que otros lo criticaron fuertemente. Entre las críticas, el economista Amaro Zárate recordó que el acto de alterar moneda de curso legal constituye un delito en Argentina, citando el artículo 283 del Código Penal que impone penas de uno a cinco años de prisión para quienes cometan dicho acto.
Este tipo de provocaciones no son nuevas en el ámbito del fútbol sudamericano. En 2022, hinchas de Corinthians protagonizaron un incidente similar durante un partido de octavos de final de la Copa Libertadores, tirando billetes argentinos rotos a los hinchas de Boca.
En 2023, hinchas del Colo Colo de Chile repitieron la acción, lanzando billetes de $500 y $1.000, tanto rotos como enteros, a las tribunas del club argentino. Estos actos, más allá de la rivalidad deportiva, reflejan la difícil situación económica que atraviesa Argentina, marcada por la depreciación del peso y la constante inflación.
La respuesta de Marra, lejos de apaciguar los ánimos, generó mayor controversia, lo que evidencia las diferencias de opinión sobre cómo se percibe la situación económica del país y cómo debería abordarse desde el ámbito político. Para muchos, el gesto de los hinchas brasileños no solo fue una burla hacia la moneda nacional, sino una ofensa hacia la dignidad del país en un contexto de vulnerabilidad económica.
