Rafael Nadal, uno de los tres mejores tenistas de la historia, tiene una propiedad inmobiliaria en pleno Mallorca, desde el año 2013, con salida al mar y que cuesta cuatro millones de euros.
La casa de Nadal tiene un estilo de chalet y luego de numerosas remodelaciones, el tenista logró convertirla en su joya.
Si bien Rafa es cauto con su vida privada y evita al máximo hacer uso de las redes sociales, ha sido posible conocer algunos rincones de su nuevo hogar en la paradisíaca costa de Mallorca.
El hogar tiene un valor original de 4 millones de euros sin incluir las grandes remodelaciones llevadas a cabo por el tenista, para una zona privilegiada tanto por el clima como por las vistas hacia el mar.
La vivienda posee más de 1.000 metros cuadrados de construcción sobre un terreno que logra llegar a los 7.000 metros con una línea de ubicación directa frente al mar.
Esta mansión se encuentra ubicada en la zona de Porto Cristo en Mallorca. Es un sitio genial para que pueda disfrutar en compañía de su esposa Mery Perelló.
Cuenta con una hermosa galería techada con un estilo enteramente español y un perfecto living especialmente construido para ella.
Las líneas clásicas son dominantes en cada una de las diversas áreas de la construcción y donde además se ha hecho un especial énfasis en la utilización de los colores claros.
Estos colores claros consiguen generar un bello contraste con los acabados históricos propios de este chalet de un inconfundible estilo mallorquín.
La mansión de Rafael Nadal cuenta con gimnasio personal
Además de una terraza espectacular, cuenta con un gimnasio y una cocina con un inusual estilo minimalista. Allí, el tenista puede entrenarse de un modo profesional.
Mientras que en su zona externa, está fundamentalmente cubierta de piedra en su fachada exterior, la cual además mantiene un acceso directo al mar y con vistas impresionantes hacia las aguas de la isla.
Sus dos pisos más el sótano logran que el espacio sea de grandes proporciones y su ubicación le garantiza a Nadal un acceso de máxima cercanía con su ciudad natal, Manacor.
Por su parte la casa mantiene diseños internos que están plenamente inspirados en la arquitectura típica mallorquina, además de disponer de tres salones e igual número de habitaciones.
Asimismo, un acceso absolutamente privado al mar mediante una escalinata construida en piedra que finaliza en un impresionante acantilado.