Una mujer en Estados Unidos, del estado de Tennessee, contó por sus redes sociales que en el gimnasio le dijeron que usara una remera, porque el top que llevaba puesto “era demasiado corto” y si no, no podría continuar con su rutina.
Julia Maren contó por su cuenta de Instagram, que uno de sus entrenadores se le acercó, cuando ella hacía su rutina diaria, y le pidió que se pusiera una camiseta, “me dijeron que tenía que dejar el gimnasio si no me ponía otra camiseta, sin explicación. Me interrumpieron la rutina de ejercicios, me tuve que quitar los auriculares solo para que alguien me dijera que ‘me podían dar una camiseta si necesitaba una’ y que si quería continuar, tenía que ponérmela”, detalló.
La chica continuó con su descargo “entonces, ¿me estás diciendo que debido a que tres centímetros de mi cintura están expuestas, no soy bienvenida en el gimnasio, pero mientras tanto, el maldito Chad está allí con un recorte que muestra todo su pezón? Entiendo. Gracias por tomarse el tiempo de su día para hacerme saber que la doble vara y el sexismo todavía existen”.
En su posteo, Julia reflexionó “si el problema es que seré una distracción, ¿por qué la responsabilidad no recae sobre el que está distraído? Este es un problema profundamente arraigado porque fácilmente podría hablar sobre las políticas de uniformes de la escuela secundaria, los códigos de vestimenta para el baile de graduación y, evidentemente, la vestimenta para el gimnasio”
¿Cuándo dejaremos de vigilar los cuerpos de las mujeres y dejaremos pasar a aquellos que las sexualizan? ¿Y cuándo comenzaremos a permitir que las mujeres se sientan lo suficientemente cómodas en el gimnasio para usar lo que sea que les resulte cómodo en un entorno que de otro modo ya sería incómodo? finalizó la joven indignada sobre lo sucedido.