Julieta Poggio se quedó con el tercer puesto de la gran final de Gran Hermano en la que se enfrentó a Marcos Ginocchio y Nacho Castañares. La joven de 21 años sorprendió a todos durante estos cinco meses de encierro, ya que demostró ser una gran jugadora, con estrategias claras, sin dejar la moda de lado.
Julieta obtuvo el 19,66% de los votos y se ubicó en el tercer puesto de una final esperada, con gente en las calles y en el estudio, aguardando por la llegada de los finalistas.
Juli no se va con las manos vacías de este programa, ganó un viaje y un año de cervezas gratis de una reconocida marca.
La joven influencer, que ya trabajaba como modelo para marcas de ropa que publicitaba en redes, ganó en cuanto a los seguidores que sumó y seguramente le sacará gran rédito.
Ser famosa y sumar seguidores fue uno de los motivos principales que llevó a Julieta a anotarse en el reality y no hay dudas de que lo logró.
Su nombre resonó durante todos estos meses en los que estuvo encerrada en la casa más famosa del país y, seguramente, será de las participantes que mayores propuestas laborales tendrá de ahora en adelante, teniendo en cuenta que ya tiene cancha con la cámara por GH y las actuaciones que hizo previo a ingresar al juego.
Los momentos destacados de Julieta Poggio, la finalista de Gran Hermano
Julieta es uno de los personajes más queridos de Gran Hermano. Adentro de la casa se ganó el cariño de muchos de sus compañeros, principalmente de Romina, Daniela, Alfa, Marcos y Nacho, con quienes mantuvo una relación de amistad.
Es que un hecho cambió todo, y fue su pelea con Coti, quien será recordada como “la mala” de esta edición por hacerles la nominación espontánea a Julieta y Daniela, quienes eran sus amigas y fue visto en el afuera como una traición, lo que la deja afuera del juego.
La pelea con Coti y percances “top” que divirtieron a todos como el día que se manchó su falda de cuerina blanca, cuando se cortó de más una ceja, sus peinados y maquillajes, como así también cada uno de los outfits que lució en cada gala, marcaron la personalidad de Juli adentro y afuera de la casa.
El fogoso beso con Daniela en una de las fiestas en el jardín, cuando la acusaron de haber dejado materia fecal en un almohadón, que le valió afuera el apodo de “Popogio”. El “shippeo” con Marcos, un romance que todos esperaron pero ella le fue fiel a Lucca, su novio.
Aunque también se destacó con los motivos claros que presentó en cada nominación, como el día que nominó a Martina e hizo viral su “hashtag fuera malas vibras”. O cuando con su jugada dejó afuera a Alfa, con quien se enemistó tras una intensa pelea con Romina.