Decir adiós a tu mascota es siempre un sufrimiento, una triste pérdida de un animal fiel y cariñoso del que es difícil despedirse. Pero encontrarlo vivo después de morir es, sin duda, mucho más terrible y sorprendente que un funeral, y algo así es lo que le pasó a una mujer de Estados Unidos, que pensó por un momento que era verdad que los gatos tienen siete vidas.
Su hijo Eric compartió en Twitter la conversación que tuvieron en un grupo familiar en la que su padre informó a su hermana y a él de que Kitty, su gata, había muerto.
“Estaba perdida desde la otra noche y cuando mama llegó con el coche al vecindario se la encontró en la calle junto a la casa. Nuestra madre es muy sensible, así que por favor, habla con ella cuando puedas y apoyala”, pidió el padre.
“Acabo de hablar con ella por teléfono y está rota. Dale un abrazo de nuestra parte cuando llegues a casa”, dijo su hermana. Pero, tras un par de horas, el padre volvió a escribir para contarles lo que acababa de ocurrir.
“Después de un precioso encierro y unas palabras en su honor, volvimos a casa para empezar nuestra vida después de Kitty. Como de costumbre, miré a la ventana de atrás y ¿adivinas quién estaba mirándome desde allí?”, contó el hombre. “Hemos enterrado al gato de otra persona”.
Para confirmar aún más la historia, subió una foto de su madre con la gata, obviamente, sana y salva. Pero Eric se enteró de una parte extra de la historia, una parte perturbadora que le contó su madre por mensaje.
“Desenterré el cadáver y lo llevé al veterinario y ni siquiera tiene chip... porque es un conejo. No le digas ni una palabra a nadie sobre esto”, le pidió la mujer.