Halloween está a la vuelta de la esquina y, aunque a veces la creatividad puede escasear, hay opciones sencillas y llamativas que puedes realizar con poco esfuerzo. A continuación, presentamos tres ideas de disfraces que no solo son fáciles de hacer, sino que también impresionarán a todos en tu fiesta.
1. Cabeza cortada
Este disfraz es perfecto para quienes buscan un toque macabroso y original. Para hacerlo, necesitarás una camiseta de color negro, una peluca o gorra que simule cabello y un recipiente de cartón o plástico que simule una mesa. Recorta un círculo en el cartón y pinta una cara en él, luego colócalo sobre el recipiente, simulando que es tu cabeza.
Con una cinta o cordón, sujeta el recipiente a tu cintura, dejando que el “cuello” se vea. Complementa el look con maquillaje que simule sangre y un par de guantes para un efecto más realista.
2. Diablo o fantasma
El diablo es un clásico que nunca pasa de moda y es increíblemente fácil de realizar. Necesitarás un conjunto negro y unos cuernos, que puedes hacer con cartulina roja. Simplemente corta la cartulina en forma de cuernos y pégalos en una diadema.
Si prefieres ser un fantasma, una sábana blanca puede hacer el truco: corta dos agujeros para los ojos y, si te sientes creativo, añade detalles como cadenas de papel o una escoba para un toque adicional.
3. Zombie de fiesta
Para este disfraz, combina un atuendo de fiesta con un toque escalofriante. Usa una camisa blanca o de colores brillantes, rasgándola un poco para darle un aire de desaliño.
Aplica maquillaje para simular heridas y piel pálida, utilizando sombras oscuras y pintura blanca. Completa el look con un poco de sangre falsa en la boca y en las manos. Este disfraz no solo es divertido, sino que también te permitirá destacar entre la multitud con su originalidad.