Guillermina Valdés reveló varias intimidades de su matrimonio anterior junto a Sebastián Ortega y sorprendió con algunas declaraciones. En dialogo con Teleshow, la actriz contó que “estaba medio apagadita, muy metidita para adentro” en la relación. Además, aclaró qué actitud tenía su exesposo con respecto a que ella tuviera proyectos laborales.
En dialogo con Teleshow, Guillermina Valdés habló de su relación pasada con Sebastián Ortega, padre de tres de sus hijos (Helena, Paloma y Dante). “En aquel entonces eso era felicidad para mí. Estaba medio apagadita. Bueno, ¡medio bastante! La verdad es que ahí estaba muy metidita para adentro. Se ve que necesitaba pasar por eso para ser quien soy”, comenzó explicando.
Guillermina estuvo en pareja junto al director y productor durante más de 13 años (1998 a 2011). Por otro lado, la actual pareja de Marcelo Tinelli habló de los motivos por los cuáles abandonó su carrera con la maternidad. Primero, reveló que fue fue su decisión haber dejado de lado su carrera para enfocarse en la crianza de sus hijos.
“Sí, elegí estar en un lugar en el que ´el otro hiciera´ mientras yo estaba con mis pollitos. Fue mi opción. No está bueno decir ´no podía´, o ´no me dejaba´. Claro que tampoco me empujaban diciendo: ´Dale, flaca, hacé que está buenísimo´. No”, explicó.
“Quizás no era un formato que él tenía para conmigo. Pero todo fue mi tránsito elegido. A ver, tengo demasiada personalidad para que me digan lo que debo hacer”, añadió.
Para cerrar con el tema, Guillermina dijo: “Esa era yo siendo lo que podía ser en ese momento. Creo que todos somos un espejo de las personas con las que estamos. Y Sebas era, en ese entonces, quien yo elegía. Él era eso y yo, lo que era. Y estábamos muy bien, vinieron nuestros hijos y tuvimos una re linda relación”.
Guillermina Valdés contó cuál fue su reacción cuando su hija le dijo que es lesbiana
Por primera vez, Guillermina reconoció que a los 16 años su hija le contó que es gay. “Me lo contó llorando, con angustia, y después se quedó encerrada en su cuarto durante un tiempo. En un primer instante fue tremendo porque yo no lo imaginaba. Pensé: `¡Ay, qué mal! ¡¿Cómo no me di cuenta?! Qué dormidita...’. ¡¿Qué le pasa, señora....?!”, recordó.
Luego, contó qué le contestó a su hija: “La vi angustiada y le dije: ´Palo, contá conmigo para lo que sea´. Y ahí fuimos a ver a la psicóloga, pero no porque estuviese mal lo que me había contado, sino buscando que ella estuviese bien. En realidad ya estaba bien, pero debe haber sido difícil decírmelo”.
“Para mí fue un: ´Bueno, okey. ¿Estás bien? ¿Qué necesitás? Presentame a quien sea tu amor cuando venga... Está todo bien’. Como mamá no hay mucho más que hacer que acompañar y pretender que sean felices. Ni siquiera soy pro diversidad, porque no registro las diferencias”, agregó.