Ir a un tenedor libre puede ser una gran opción para personas de buen comer, pero a veces el “querer probarlo todo” juega una mala pasada. Esto le sucedió a un grupo de cuatros amigos que fueron a comer a un buffet libre y terminaron “multados” por no haber terminado de su consumir todos los platos que habían pedido.
El hecho fue compartido por uno de los protagonistas en la red social TikTok (@Jadaay21) y se viralizó rápidamente. En la grabación de muestra a los jóvenes españoles mirando la mesa en silencio. Al hacer un paneo se puede ver una gran cantidad de comida que todavía quedaba en los platos, algunos de estos ni siquiera habían sido comenzados.
En ese momento empezaron a debatir cuánto les iban a cobrar por no haber comido todo lo que pidieron. Esto es común en los tenedores libres, como política para evitar este tipo de comportamientos.
“Vale gente, somos cuatro personas, hemos pedido toda esta comida. Lo que ves en la mesa, es todo lo que nos ha sobrado, y ahora estamos esperando la multa que nos va a caer, que vamos a ver cuánto es”, explicó el tiktoker.
Hacia el final del video puede verse a toda la comida empacada, es decir, que los jóvenes se la llevaron a sus hogares. El precio de la “multa” fue de 181 euros, cuando cada uno de ellos ya había pago 40 euros por el servicio.
¿Multa o simplemente pagaron por lo que se llevaron?
Tras el alcance del video, muchos medios se comunicaron con el influencer para que explicara lo sucedido y preguntarle si se había tratado de una estrategia de marketing pactada con el restaurante.
El protagonista subió entonces varios videos explicando qué había sucedido. Dijo que habían llegado con hambre al local y que, además, estaban esperando a una quinta persona que come mucho pero que finalmente no fue.
También quiso dejar en claro que nada fue desperdiciado, sino que cada uno se llevó una parte de lo que sobró a su casa y lo comieron en los días posteriores.
Comentó el joven que se había comunicado con la encargada del local y que todo quedó en buenos términos. Resaltó la calidad y el buen trato del lugar y aclaró que no se trató de una “multa por no comer” sino de un recargo por todo lo que se llevarían a sus casas. Incluso dijo que les habían aplicado un gran descuento.