Una joven, oriunda de Gran Bretaña, llegó a la ventanilla del AutoMac y le dijo al empleado lo que quería ordenar. Segundos después, su caballo asomo curiosamente el hocico por el vidrio, probablemente atraído por los aromas de la comida McDonald’s.
Luego se vio a la mujer trotando arriba de su equino con un café en una mano mientras hablaba por su teléfono móvil. No está claro si ordenó algo de comida para su caballo o si decidió mantener la dieta de su animal con zanahorias y heno.
Increíblemente, no es la primera vez que los clientes del local ven a alguien ordenar desde el autoservicio a caballo. En diciembre, Simon White, padre de tres hijos, vio cómo se desarrollaba el hilarante evento mientras se detenía a comer en su McDonald’s local en Caerphilly, Gales, detalló Clarín.
La mujer hizo la fila, pagó en la primera ventanilla y luego recogió su comida en la segunda mientras Simon, de 46 años, tomaba algunas fotos del extraño hecho. Sus imágenes muestran a la mujer con una chaqueta acolchada mostaza y botas de montar sentada sobre un caballo blanco y uniéndose a la fila como si fuera normal.
Sostiene su bolso en la mano, lista para pagar la bebida, y luego paga su comida mientras está montada en su caballo. El equino parecía no estar de malhumor y esperó pacientemente a que ella terminara, y los dos se fueron después de que los miembros del personal le dieran la comida.
“Iba de camino a casa después de recoger a mi pequeño de la escuela cuando nos detuvimos para comer algo, estábamos sentados allí esperando nuestra comida cuando ella dobló la esquina. No podía creerlo; sin embargo, el caballo se portó muy bien y le sirvieron sin problemas antes de irse”, afirmó Simon.
“Algunos de los niños que estaban sentados adentro salieron para tomar fotos y animarla porque pensaron que era genial”. Agregó: “Le sirvieron y se fue. Luego la pasé en el camino donde estaba comiendo la hamburguesa. A mi hijo le encantó, realmente le alegró el día, se estaba riendo mucho”.
“También pensé que era muy divertido, es algo que simplemente no puedes imaginar en ningún lugar del mundo”, finalizó el hombre de 46 años.