Mientras en gran parte del país se hace frente a una ola polar, en Europa registran temperaturas extremadamente calurosas, muchas de las cuales están rompiendo todos los registros. Pero el calor también fue el protagonista involuntario del desagradable momento que vivió una joven que fue a comer a un restorán.
Se trata de una mujer de 34 años que contó en las rede sociales la penosa experiencia que pasó en un local gastronómico del Reino Unido solo por la ropa que tenía puesta.
Según relató Emma Prince, la protagonista de la historia, había salido a comer junto con su pequeña hija y ella vestía un top corto. Esa prenda no era la más indicada a los ojos del generante del comercio, quien se aproximó y le dijo que la indumentaria que tenía no era la “apropiada” para el establecimiento.
La mujer, que estaba con su hija llamada Penélope, de 2 años, afirmó que el encargado la confrontó y dijo que “no era bienvenida”, ya que consideraba que su remera “era un sostén”.
Según lo detalló el portal The Sun, Emma se defendió y le contestó al encargado que dicha prenda era un top corto que había elegido usar a causa del calor extremo.
Frente a la negativa, se vio obligada a regresar a su automóvil y cambiar su vestimenta: se puso una camisa y entonces sí le permitieron ingresar. Sin embargo, tras hacer su pedido y esperar más de una hora, la mujer decidió abandonar el local.
Por la mala experiencia, Prince aseguró haberse sentido humillada públicamente frente a otros comensales en Stonehouse Pizza and Carvery. “El gerente dijo que no podía entrar porque solo llevaba puesto un sostén. Le expliqué que era una blusa corta, no ropa interior y que hacía 30 grados afuera”, contó.
Prince, aseguró que también la acompañaba una amiga que también tenía un top, pero a esta segunda mujer no le hicieron el mismo planteo: “El gerente dijo que su ropa estaba bien porque tenía breteles gruesos, no como la mía. La gente a mi alrededor estaba recibiendo su comida, pero la nuestra no llegaba. Sin dudas, era a propósito”, se quejó la mujer.