¿Por qué los bebedores pierden el equilibrio al caminar? y ¿por qué cuesta tanto enfocar después de tomar alcohol? Estas son las preguntas que los científico lograron tener respuestas. Expertos del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en San Antonio (Estados Unidos) lograron explicar que la presencia de alcohol en el organismo inhibe una señal cerebral que es la que permite prestar atención.
“Cuando queremos enfocarnos en algo, o cuando nos levantamos de una silla y nos volvemos activos, el núcleo del tronco cerebral libera una sustancia química llamada norepinefrina, pero la exposición aguda al alcohol inhibe esta señal en el cerebro”, argumentó el autor principal del trabajo de investigación, Martin Paukert.
La función del cerebro en el momento de concentrarse y prestar atención para una tarea es producto de la norepinefrina, que es secretada por una estructura cerebral llamada locus cerúleo, afirman.
La norepinefrina se adhiere a receptores en las células llamadas glía de Bergmann, que son astrocitos (células cuidadoras o de apoyo) en el cerebelo, una región cercana al tronco cerebral.
”Hasta donde sabemos, este trabajo es la primera descripción de que lanorepinefrina en los mamíferos se une directamente a los receptores de la glía de Bergmann y los activa a través de la elevación del calcio”, explicó Paukert, en el trabajo publicado en la revista ’Nature Communications’, consignó la agencia de noticias Europa Press.
En el estudio también se descubre que el mismo fenómeno que sucede en la glía Bergman, ocurre en los astrocitos corticales.
”Lo más probable es que la activación del calcio de los astrocitos dependientes de la vigilancia se inhiba en todo el cerebro por la intoxicación alcohólica aguda”, consideró el investigador. Por eso las personas bajo la influencia del alcohol pierden el equilibrio cuando caminan.
Finalmente Paukert señaló que “nuestros hallazgos están en línea con las sugerencias actuales de que el cerebelo también juega papeles críticos en las funciones no motoras, y que los astrocitos no sólo apoyan el mantenimiento básico del cerebro, sino que pueden participar activamente en la función cognitiva”.