Evangelio de hoy, 2 de noviembre: “He bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la del que me envió”

La Palabra de Dios transmite mensajes profundos, enseñanzas valiosas y una oportunidad para la reflexión espiritual. A continuación, en el día de la solemnidad de Todos los Santos. te compartimos la liturgia del sábado 2 de noviembre según el Vaticano.

Evangelio de hoy, 2 de noviembre: “He bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la del que me envió”
Jesús dijo a la multitud: “Todo aquel que me da el Padre viene hacia mí; y al que viene a mí yo no lo echaré fuera".

“La celebración de un día como el de hoy nos lleva a dos pensamientos: memoria y esperanza”, sostiene el Papa Francisco en la Homilía de La Santa Misa para la conmemoración de los Fieles Difuntos, Cementerio Militar de Roma, jueves, 2 de noviembre de 2023. “Memoria de aquellos que nos han precedido, que han transcurrido su vida, que han concluido esta vida; memoria de tanta gente que nos hace bien: en familia, entre los amigos…”, agrega el Santo Padre.

“Y memoria también de aquellos que no han logrado hacer tanto bien, pero han sido recibidos en la memoria de Dios, en la misericordia de Dios. Es el misterio de la gran misericordia del Señor”.

“Y después esperanza. La de hoy es una memoria para mirar adelante, para mirar nuestro camino, nuestra senda. Nosotros caminamos hacia un encuentro, con el Señor y con todos. Y debemos pedir al Señor esta gracia de la esperanza: la esperanza que nunca decepciona nunca; la esperanza, que es la virtud de todos los días que nos lleva adelante, nos ayudar a resolver los problemas y a buscar los caminos de salida. Pero siempre adelante, adelante”.

Esta esperanza fecunda, esa virtud teologal de todos los días, de todos los momentos: la llamaré la virtud teologal “de la cocina”, porque está a mano y viene siempre en nuestra ayuda. La esperanza que no decepciona: vivimos en esta tensión entre memoria y esperanza. (…) Hoy, pensando en los difuntos, custodiando la memoria de los difuntos y custodiando la esperanza, pidamos al Señor la paz, para que la gente no se mate más en las guerras. Muchos inocentes muertos, muchos soldados que dejan la vida. Pero esto, ¿por qué? Las guerras son siempre una derrota, siempre”.

“No hay victoria total, no. Sí, uno gana al otro, pero detrás está siempre la derrota del precio pagado. Rezamos al Señor por nuestros difuntos, por todos, por todos: que el Señor les reciba a todos. Y rezamos también para que el Señor tenga piedad de nosotros y nos dé esperanza: la esperanza de ir adelante y de poder encontrarlos todos juntos con Él, cuando nos llamará”, concluyó Francisco en la Homilía de La Santa Misa.

La Palabra de Dios ofrece mensajes profundos, enseñanzas valiosas y una oportunidad para la reflexión espiritual. El Evangelio ocupa un lugar central en la misa y permite que Cristo continúe su obra de salvación.

Cuando rezamos, Dios abre nuestros ojos, renueva y cambia nuestro corazón, cura nuestras heridas”. Aquí los textos del sábado 2 de noviembre de 2024 según lo dispuesto por el Vaticano.

De la Carta de Pablo a los Romanos

Rom 5, 5-11

Hermanos: La esperanza no defrauda porque Dios ha infundido su amor en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo, que él mismo nos ha dado.

En efecto, cuando todavía no teníamos fuerzas para salir del pecado, Cristo murió por los pecadores en el tiempo señalado. Difícilmente habrá alguien que quiera morir por un justo, aunque puede haber alguno que esté dispuesto a morir por una persona sumamente buena. Y la prueba de que Dios nos ama está en que Cristo murió por nosotros, cuando aún éramos pecadores.

Con mayor razón, ahora que ya hemos sido justificados por su sangre, seremos salvados por él del castigo final. Porque, si cuando éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con él por la muerte de su Hijo, con mucho más razón, estando ya reconciliados, recibiremos la salvación participando de la vida de su Hijo. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos obtenido ahora la reconciliación.

Juan el Evangelista, como santo cristiano, no es diferente de la figura del apóstol Juan y de la del discípulo a quien Jesús amaba.
Juan el Evangelista, como santo cristiano, no es diferente de la figura del apóstol Juan y de la del discípulo a quien Jesús amaba.

Lectura del Evangelio según San Juan

Jn 6, 37-40

En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: “Todo aquel que me da el Padre viene hacia mí; y al que viene a mí yo no lo echaré fuera, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.

Y la voluntad del que me envió es que yo no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite en el último día. La voluntad de mi Padre consiste en que todo el que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna y yo lo resucite en el último día’'.

Es Palabra de Dios.

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