Reciclar y enterrar productos se ha vuelto uno de los valores más importantes de la humanidad, sobre todo para cuidar el medio ambiente. Uno de los objetos que contienen más plástico son las esponjas para lavar los platos y, de hecho, tardan años en descomponerse.
Recientemente los creadores de la cuenta @huertoadictos, expertos en huertos caseros, compartieron tips de cómo usar las esponjas de cocina para mantener en buen estado las plantas y así evitar contaminar en grandes cantidades.
Una esponja, llena de bacterias y materiales químicos, puede ser un salvavidas para tu jardín. Algunos expertos en huertos caseros aseguran que podés usar las esponjas con las que lavás los platos, para darle una mejor calidad a la tierra de las plantas.
Lo primero que hacer es lavar la esponja con agua caliente y agregar una tapita de lavandina. Dejá reposar al menos por unas horas o un día completo. Después escurrí muy bien y usá unas tijeras para cortar pequeños trozos de esponja.
Luego, en una bolsa de plástico extendida o un bote amplio, esparcí tierra y empezá a mezclar con los pequeños trozos de la esponja. Esta tierra va a ser la ideal para poner como base en una maceta. Después, ya en el recipiente, añadí tierra convencional, tu planta y una capa extra de tierra normal.
La esponja hará que la tierra se mantenga húmeda por mucho más tiempo. De hecho, esto es ideal para cuando salís de viaje y dejás tus plantas, ya que podés regarlas muy bien y se mantendrán húmedas hasta por el doble del tiempo.
A su vez, el otro beneficio es que cuando agregues fertilizante a la tierra, la esponja lo absorberá y protegerá por más tiempo la planta y las raíces.