La miel, además de ser un alimento con muchos beneficios para la salud de la persona, tiene una utilidad sumamente importante para las plantas de tu jardín.
Este producto tan rico para desayunar y endulzar, y que cuenta con muchos beneficios por el contenido de muchos macronutrientes de potasio y aporta además fosforo, que es indispensable para el desarrollo de las plantas.
El uso de la miel en las plantas, aporta para enraizar los esquejes que vayamos a plantar, debido a sus propiedades antibacterianas y antifúngicas, promueven a la generación de raíz en los esquejes y al crecimiento.
Cómo usar la miel en las plantas
Para lograr una buena solución para emplear en esquejes, las proporciones ideales son: 2 cucharadas de miel en dos tazas grande de agua caliente y, después, dejar enfriar y sumergir los esquejes desde su parte inferior, antes de proceder a plantarlos.
Lo más recomendable es realizar el plantado inicial en macetas o macetones, disponiendo los esquejes hasta la mitad en una tierra previamente abonada, incluso podemos enriquecer la misma tierra rociando con el compost casero. Luego, cuando los esquejes ya hayan desarrollado raíz y nuevos brotes, los pasamos a tierra.
La miel es una importante fuente de magnesio, zinc, calcio, hierro, fosforo y potasio, lo que la convierte en un potente fertilizante orgánico para la tierra. Para emplear en tierra donde tenemos los árboles frutales, tenemos que mezclar 2 cucharadas en 7 tazas de agua caliente. Dejar enfriar, y proceder a regar la tierra donde tenemos plantados los árboles de fruta, para lograr un buen fertilizado de la tierra.
También se puede utilizar un riego con esta solución de miel y agua, en el momento de preparar la tierra para cultivar o sembrar, o simplemente un trasplantado de una maceta a la tierra.
Cómo enraizar con miel
Cuando estés listo para empezar a enraizar el tallo de tu cultivo con miel, lo primero que deberás hacer es tener a mano esquejes de entre 15 y 30 cm de largo, cortados en un ángulo de 45 grados. A continuación, sumergir cada corte en la mezcla que has preparado y colocarlos en la mezcla de suelo para macetas que hayas elegido.
Si vas a enraizar los esquejes en tierra, hacé un agujero para cada esqueje con ayuda de un lápiz o con tu dedo para la inserción. Chequeá que el suelo esté húmedo para evitar que los esquejes se quiebren.
Si quieres enraizar los esquejes en agua, colocá los cortes directamente en agua inmediatamente después de haberlos colocado en la mezcla de la miel.
Una vez que hayas sumergido los esquejes en la mezcla de la miel y puesto en el medio de macetas que has elegido, simplemente esperá que echen raíces, lo que debería ocurrir dentro de una semana.
