Limpiar vidrios de manera efectiva puede ser un desafío, especialmente si quieres evitar el uso de productos químicos. Sin embargo, es posible obtener vidrios impecables utilizando solo agua, siempre y cuando sigas algunos pasos clave. A continuación, te explicamos cómo lograrlo.
Paso 1: Preparación
Antes de comenzar, es importante que utilices agua destilada o filtrada, ya que el agua del grifo a menudo contiene minerales que pueden dejar residuos y manchas en el vidrio y, esto puede costar un poco más. Además, asegúrate de contar con un paño de microfibra o una escobilla de goma, que son ideales para evitar rayas y manchas.
Paso 2: Limpieza inicial
Comienza limpiando la superficie del vidrio con un paño de microfibra seco para remover el polvo y la suciedad superficial. Esto evitará que las partículas se conviertan en manchas difíciles de eliminar cuando empieces a limpiar con agua.
Paso 3: Aplicación del agua
Llena un pulverizador con agua destilada y rocía de manera uniforme sobre la superficie del vidrio. Asegúrate de cubrir toda el área, pero evita empapar demasiado la superficie.
Paso 4: Limpiar con microfibra o escobilla
Usa un paño de microfibra limpio para secar el vidrio. Si prefieres una escobilla, comienza en la parte superior del vidrio y deslízala hacia abajo en movimientos suaves y rectos, limpiando el borde de la escobilla con un paño después de cada pasada para evitar que el agua se acumule y deje marcas.
Paso 5: Revisión final
Revisa la superficie desde diferentes ángulos de luz para asegurarte de que no queden manchas. Si observas alguna marca, pásale un paño seco de microfibra en esa área.
Consejos adicionales
- Si encuentras manchas difíciles de eliminar solo con agua, prueba a humedecer el paño de microfibra y frotar suavemente la zona afectada.
- Evita limpiar los vidrios en días muy soleados, ya que el calor puede hacer que el agua se evapore demasiado rápido, dejando manchas.