El té de lavanda se ha convertido en una de las más recientes tendencias en el mundo de las infusiones. Esta bebida cautiva y llama la atención tanto de los aficionados a la gastronomía como de aquellos que buscan adoptar hábitos más conscientes y saludables en su vida.
Es ideal para consumir después de las comidas y mejorar la digestión, para incorporar antes de acostarse y promover un sueño tranquilo, o simplemente para relajar la mente y reducir la ansiedad. Esta infusión está ganando popularidad rápidamente y podría incluso competir, al menos por un tiempo, con el consumo de cafeína y teína.
La lavanda, una planta aromática de carácter perenne, lleva el nombre científico de Lavandula. Su tamaño oscila entre los 50 centímetros y el metro, y es originaria de la región mediterránea de Europa y la India. Aunque en sus inicios tenía su hábitat en estas zonas, en la actualidad se ha extendido por todos los continentes, contabilizándose más de 60 especies en el mundo. En Argentina, la variedad de mayor envergadura es la Lavandula officinalis.
A lo largo de la historia, las distintas sociedades han recurrido a esta planta como medio para fomentar el bienestar integral. Gracias a sus diversas propiedades y cualidades relajantes, ha sido utilizada como un recurso medicinal para la curación de heridas, el tratamiento de afecciones intestinales y diversas formas de dolor.
Qué beneficios tiene el té de lavanda
El té de lavanda es una infusión que recibe elogios por parte de los expertos en salud debido a que, cuando se consume sin ningún añadido como el azúcar, carece de calorías, grasas y carbohidratos, al tiempo que está cargado de propiedades beneficiosas para el cuerpo. En esencia, sus ventajas derivan de la presencia de aceites esenciales, siendo los más notables el acetato de linalilo y el linalol, los cuales poseen cualidades antiinflamatorias, antioxidantes, antisépticas, antiespasmódicas y sedantes.
Un estudio publicado por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (NIH por sus siglas en inglés), bajo el título “El efecto del té de hierbas de lavanda sobre la ansiedad y la depresión en los ancianos”, proporcionó evidencia científica que respalda las cualidades terapéuticas de esta infusión para abordar estos trastornos mentales.
La investigación fue llevada a cabo con 60 adultos mayores durante un período de dos semanas. A los participantes se les administró una dosis de dos gramos de té de lavanda dos veces al día, por la mañana y por la noche. Los resultados demostraron que el consumo de esta bebida contribuyó a reducir los niveles de depresión y ansiedad. Debido a su costo económico y su accesibilidad, los investigadores sugirieron su uso como complemento en el tratamiento de estas condiciones.