El huevo no sólo es un alimento delicioso y de versátil aplicación en las comidas, sino que también un “súper” alimento rico en proteínas a bajo costo. En las dietas deportivas, por ejemplo, es crucial cada día en caso de cuidar y reforzar la masa muscular.
Ya sea en el desayuno o a lo largo de las comidas fuertes del día, el huevo debe ser un protagonista, ya que aporta beneficios para la salud humana.
Además de proteínas, el huevo es una fuente de vitaminas A, D, B12, riboflavina, ácido fólico, hierro, fósforo, selenio y ácidos grasos omega-3.
Cuál es la mejor forma de comer un huevo y absorber sus proteínas
Para maximizar la absorción de los nutrientes del huevo, especialmente sus proteínas, es crucial someterlo a un proceso de cocción que desnaturalice estas proteínas, haciéndolas más accesibles para el organismo.
Cuando un huevo se consume crudo, una parte significativa de su proteína no se digiere completamente, lo que resulta en un desperdicio de nutrientes. Aunque algunas personas prefieren consumir huevos crudos en batidos, la cocción es la forma más eficiente de asegurarse de que el cuerpo pueda aprovechar al máximo las proteínas que el huevo ofrece.
La desnaturalización térmica de las proteínas se logra aplicando calor al huevo, lo que modifica su estructura y las vuelve más fáciles de digerir. Cocinar el huevo a la plancha, revuelto o duro son métodos recomendados para asegurar una mejor digestión y absorción de sus nutrientes.
Cuánta proteína tiene un huevo
En cuanto a la distribución de proteínas dentro del huevo, la clara es la que contiene la mayor parte de ellas.
Según la Academia Española de Nutrición y Dietética, un huevo de tamaño mediano (entre 53 y 63 gramos de peso total) tiene aproximadamente 50 gramos de parte comestible, lo que equivale a un contenido proteico de alrededor de 6,4 gramos por huevo.
Si se consumen dos huevos al día, se estaría ingiriendo aproximadamente 12,8 gramos de proteína, una cantidad significativa que contribuye a las necesidades diarias del cuerpo.
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