Bariloche elaboró este viernes la barra de chocolate más larga del mundo, superando un nuevo récord con 215 metros que deleitó a miles de turistas y residentes que presenciaron el gran evento. Para cumplir semejante proeza se necesitaron más de 2.000 kilos de chocolate artesanal.
El hito gastronómico tuvo lugar en la Fiesta Nacional del Chocolate y el público pudo ver en acción a más de 150 maestros chocolateros. En paralelo, agentes policiales se volvieron a manifestar en el evento con una ruidosa protesta para exigir mejoras salariales, detalla diario Río Negro.
El enorme mesón que sostenía la barra se desplegó por la calle Mitre, la cual se transformó en un mega molde de chocolate que se extendió por más de dos cuadras. Tal como se mencionó se necesitaron 2 toneladas de chocolate y 500 kilos de frutos secos. Por la habilidad de los cocineros, en cuestión de pocos minutos estaba lista para disfrutar.
La logística de la barra de chocolate tiene un proceso bien dinámico y ágil. En distintos puntos de la barra se colocaron templadores de chocolate que iban proporcionando el producto líquido para aportar al molde.
Mientras que unas manos de maestros chocolateros, trabajadores de fábricas artesanales locales y estudiantes de la Escuela de Hotelería y Gastronomía esparcían el sabor más dulce, otras arrojaban arriba los frutos secos, nueces, almendras, maní y pasas de uva para que se fusionen con el chocolate previo a una nueva capa.
En esta misión conjunta cada uno de los voluntarios que participaron tenía una tarea específica para realizar y así con una coordinación precisa, se logró concluir la barra.
La elaboración comenzó cerca de las 18:30 luego de la cuenta regresiva de los animadores de la fiesta y ante la mirada atenta de miles de turistas apostados detrás de un vallado bajo. Para las 18:50 ya estaba lista la enorme barra aunque se debió esperar unos minutos para que se seque y endurezca. El sol en algunos sectores del molde retrasó el secado del chocolate pero los maestros chocolateros agitaron sus espátulas y aguardaron unos minutos hasta que finalmente se concretó la solidificación del chocolate y la barra pudo ser cortada en pequeños trozos, que luego fueron repartidos entre el público.
Mientras los chocolateros trabajaban en la elaboración, los turistas aplaudían y gritaban para alentar a los especialistas que pertenecen a todas las chocolaterías que participan de la organización de la fiesta, cada uno con sus gorros y delantales distintivos.