En la era de las redes sociales y de la inteligencia artificial cualquier foto es sometida a un análisis bien detallado para determinar la verosimilitud de su contenido, más si refleja la extraña anatomía de un ser humano.
Pues bien, esta es la historia de un retrato sobre una mujer que vivió hace más de cien años y cuyas condiciones físicas la transformaron en un ‘fenómeno’ que genera dudas hasta en la actualidad.
Se trata de Ella Harper, una mujer que nació en Tennessee, Estados Unidos, en 1870 y desde su llegada al mundo capturó toda la atención por su particular enfermedad: genu recurvatum congénito. Dicho en lenguaje llano, Ella presentaba una afección -que puede ser congénita, constitucional o adquirida- que le generaba una deformidad en sus articulaciones por la que sus piernas se flexionaban en sentido inverso.
Con el tiempo, la gente empezó a llamarla ‘niña camello’ debido a que era presentada junto a dicho animal para que los espectadores encontraran ‘diferencias’, y la pequeña comenzó a desplazarse como un cuadrúpedo, utilizando sus manos y pies.
Esto hizo que con el tiempo se convirtiera en toda una atracción y la llevara a ser parte de espectáculos circenses. La propia Ella tenía una tarjeta de presentación para esas funciones de ‘fenómenos humanos’ que aseguraba: “Me llaman la niña camello porque mis rodillas se tuercen hacia atrás”.
El aspecto físico de Harper llamó la atención de decenas de espectadores en todo el país y un reconocido organizador de shows -WH Harris- le ofreció un contrato más que jugoso para la época: 200 dólares semanales. Sin pensárselo dos veces, la joven aceptó.
Su inclusión en el circo le trajo aún más fama y reconocimiento: Harper no solo era el personaje más popular del elenco, sino que protagonizaba artículos y portadas de periódicos en cada ciudad que visitaba.
El fin del circo y las tragedias personales
Sin embargo, un año después de aceptar el contrato de Harris renunció a las presentaciones y desapareció de la vida pública. No obstante, la joven logró llevar una vida plena ya que en 1905 se casó con el maestro de escuela Robert Savely, con quien dio a luz a su primogénita: Mabel Evans Savely.
Pero a tan solo seis meses de su nacimiento, la bebé murió. Con el tiempo adoptaron a otra criatura, Jewel, quien falleció tan solo tres meses después de haber llegado a sus vidas.
Ella Harper falleció el 19 de diciembre de 1921 a causa de cáncer colorrectal.