En Argentina, el mate es más que una simple bebida: es una tradición, un ritual que une a amigos y familiares en torno a la calidez de su sabor y a la simpleza de su preparación.
Sin embargo, lograr el mate perfecto tiene su ciencia, especialmente cuando se trata de crear la montañita ideal, esa característica cúspide de yerba que garantiza una infusión equilibrada y duradera.
Para aquellos que buscan perfeccionar su técnica, aquí presentamos un truco infalible que asegura una montañita de yerba impecable y una experiencia de mate inigualable. El primer paso es fundamental: llenar el mate hasta 3/4 partes con yerba. Esta proporción es clave, ya que permite un espacio adecuado para el agua y asegura que la yerba no se compacte demasiado.
A continuación, cubre la boca del mate con una mano y agita suavemente el recipiente. Este movimiento tiene dos objetivos: mezclar bien la yerba y eliminar el polvo fino que puede amargar la infusión.
Luego, con el mate inclinado, vierte agua tibia (nunca caliente) en la mitad inferior del recipiente. Es crucial utilizar agua tibia, ya que prepara la yerba para la infusión sin quemarla, lo que podría arruinar su sabor.
El momento de crear la “montañita”
El siguiente paso es crear la montañita. Coloca el mate en posición inclinada y, con una cucharita o el borde del termo, emprolija la yerba de manera que quede una pendiente uniforme. Este movimiento también sirve para llevar la humedad del agua tibia a la parte superior de la yerba, sin mojarla completamente. Deja reposar un minuto para que la yerba absorba el agua y se asiente correctamente.
Ahora, ya estás listo para insertar la bombilla. Es importante hacerlo con cuidado, introduciéndola en la parte húmeda de la yerba, hasta tocar el fondo del mate.
De esta manera, la bombilla se fijará bien y no se moverá al cebar. Finalmente, comienza a cebar el mate con agua caliente (pero no hirviendo), vertiéndola lentamente en el área húmeda para mantener la montañita intacta.