En el hogar, la plancha es uno de los electrodomésticos más utilizados y, a menudo, uno de los más descuidados en términos de mantenimiento.
Con el tiempo, el uso continuo puede provocar la acumulación de residuos en la superficie de la plancha, afectando su rendimiento y, en ocasiones, dañando la ropa.
Afortunadamente, hay un truco casero que puede ayudarte a limpiar tu plancha de manera eficiente y sin necesidad de productos químicos costosos.
La importancia de una plancha limpia
Una plancha sucia no solo puede dejar manchas en la ropa, sino que también puede disminuir la eficacia del planchado.
Los residuos de productos de almidón, fibras de tela y minerales del agua pueden acumularse en la base de la plancha, causando que se adhiera a la ropa y provocando que el proceso de planchado sea más difícil y menos efectivo. Mantener la plancha limpia asegura que funcione correctamente y ayuda a evitar accidentes domésticos.
Ingredientes y materiales necesarios
Para este truco casero de limpieza de la plancha, solo necesitarás algunos ingredientes que probablemente ya tengas en casa:
- Vinagre blanco
- Bicarbonato de sodio
- Sal
- Paños de microfibra
- Un cepillo de dientes viejo
- Papel encerado o papel de periódico
Paso a paso para limpiar tu plancha
Paso 1: Preparar la mezcla de limpieza
En un recipiente, mezcla dos partes de vinagre blanco con una parte de bicarbonato de sodio. Esta combinación creará una reacción efervescente que es excelente para eliminar residuos y desincrustar la suciedad. Si tu plancha tiene acumulaciones particularmente difíciles, puedes agregar una cucharadita de sal a la mezcla para aumentar su efectividad.
Paso 2: Aplicar la mezcla a la base de la plancha
Con la plancha desconectada y completamente fría, utiliza un paño de microfibra para aplicar la mezcla de vinagre y bicarbonato de sodio en la base de la plancha. Frota suavemente, asegurándote de cubrir todas las áreas donde haya acumulación de residuos. Si hay manchas persistentes, usa un cepillo de dientes viejo para frotar con más detalle, prestando especial atención a las aberturas de vapor.
Paso 3: Limpiar los orificios de vapor
Los orificios de vapor también pueden acumular minerales y otros residuos que afectan el rendimiento de la plancha. Para limpiarlos, sumerge el cepillo de dientes en la mezcla de vinagre y bicarbonato de sodio y frota suavemente cada orificio. Esto ayudará a desincrustar cualquier acumulación que pueda obstruir el flujo de vapor.
Paso 4: Limpiar y secar la base de la plancha
Una vez que hayas frotado la base de la plancha y limpiado los orificios de vapor, usa un paño limpio y húmedo para retirar cualquier residuo de la mezcla de limpieza. Asegúrate de secar completamente la base de la plancha con un paño seco de microfibra para evitar cualquier corrosión o daño.
Paso 5: Planchar sobre papel encerado
Para finalizar el proceso de limpieza, calienta la plancha a una temperatura media y pasa la plancha sobre un trozo de papel encerado o papel de periódico durante unos minutos. Esto ayudará a eliminar cualquier residuo final y dejará la base de la plancha suave y lista para usar.