Las albóndigas son uno de los platos más populares cuando vamos a cocinar. Ya sea con pastas, arroz, o en diferentes tipos de salsa, son un acompañante ideal. Muchas personas las cocinan a diario, aunque el momento de darles forma suele ser una tarea algo molesta.
Mezclar carne picada con huevo, leche, pan y especias y luego manipular la mezcla puede resultar incómodo, especialmente para quienes prefieren evitar el contacto directo con los alimentos.
No obstante, existe un método sencillo que evita mancharse las manos: el truco de la botella de plástico. Este ingenioso método requiere únicamente una botella vacía y un cuchillo o cúter para cortarla.
Cómo usar las botellas de plástico recicladas para darle forma a las albóndigas
Para realizar este truco se necesita una botella de plástico de tamaño mediano, limpia y seca.
- Con el cuchillo afilado o cúter, se corta la botella por la mitad, por lo que quedará en dos partes: la superior con la boca, que es la pieza esencial para dar forma a las albóndigas.
- Al presionar la boca sobre la mezcla de carne, esta sube por el interior de la botella, lo que le va a dar una forma cilíndrica.
- Al usar una cuchara, se corta la carne que asoma y se coloca la albóndiga en un plato con harina, donde puede rebozarse antes de freír o cocinar.
- La gran ventaja de este método es que se mantiene la higiene de las manos durante todo el proceso.
Además de evitar el contacto directo con la mezcla, este truco también agiliza el proceso de formado de albóndigas, siendo práctico y rápido. Al usar solo herramientas comunes como una botella de plástico y un cuchillo, cualquier persona puede probar este truco en casa y disfrutar de albóndigas perfectamente formadas sin complicaciones.