“The Last of Us” es la serie del momento. Recién estrenada en HBO y HBO Max, el programa que protagonizan Pedro Pascal y Bella Ramsey se basa en el videojuego homónimo que causó sensación desde su lanzamiento en 2013 por su jugabilidad, trama y hasta música (del argentino Gustavo Santaolalla), pero también por su historia apocalíptica con humanos hostiles y criaturas caníbales afectadas por el hongo Cordyceps.
Y si bien en muchas propuestas, en especial de “zombis”, las cosas son solamente ficción, esta vez el hongo en cuestión sí existe en la vida real. Aunque, claro, no afecta a las personas a ese nivel.
Craig Mazin, cocreador de la serie de HBO junto a Neil Druckmann (director creativo del videojuego original), realizó una investigación adecuada y comentó en una entrevista con THR cuán real es la amenaza del hongo Cordyceps que se ve en “The Last of Us” para la especie humana.
Justamente, en la escena inicial del primer episodio aparece un programa de televisión de los 60, cuarenta años de la catástrofe, con el científico John Hannah hablando de que ciertos hongos pueden infectar diversos huéspedes animales y controlarlos. Lo más alarmante que dice (y que se cumple en ese universo) es que los humanos pueden sufrirlo y no hay prevención ni cura. Bastaría con que esas esporas asesinas evolucionaran hasta ser capaces de sobrevivir en ecosistemas cálidos, consecuencia de un cambio climático.
“Es real. Todo lo que el personaje dice sobre los hongos, lo hacen de verdad. Lo hacen ahora y lo hicieron desde siempre. Hay algunos documentales sobre el tema que son bastante terroríficos. Ahora bien, su advertencia de qué pasaría si evolucionan y se meten dentro de nosotros desde un punto de vista puramente científico, ¿nos harían exactamente lo mismo que les hacen a las hormigas? No lo creo. Lo dudo (...) Lo que estamos haciendo en esta escena es contarle a la gente que los hongos siempre han estado ahí”, señaló Mazin, famoso también por crear antes la aclamada serie “Chernobyl”.
Qué es el Cordyceps
Cuando uno habla de Cordyceps se refiere a unas 400 especies de distintos hongos parasitarios.
En la serie y el videojuego “The Last of Us”, el patógeno infeccioso es el culpable de llevar a la humanidad al borde de la extinción, dejando a un único puñado de supervivientes amenazados por masas de infectados altamente agresivos. En el caso de ficción se inspira en un subgénero en concreto, el Ophiocordyceps unilateralis, conocido coloquialmente como el “hongo de las hormigas zombi”.
Cómo afecta el Cordyceps
Las especies de Cordyceps son parásitos, mayormente de insectos y otros artrópodos. Cuando un hongo del género Cordyceps se introduce a un insecto, el micelio lo invade y termina por reemplazar los tejidos del huésped, mientras que el cuerpo fructífero elongado (estroma) podría adquirir diversas formas: cilíndrico, ramificado o de formas complejas. El estroma tiene varios peritecios pequeños y en forma de botella que contienen ascas. Éstas poseen ascosporas filiformes que la mayoría de las veces se abren en fragmentos que son infecciosos.
El Ophiocordyceps unilateralis llega a alterar el comportamiento habitual del insecto, lo que lo hace subir hasta la parte más alta de una planta antes de morir, liberando esporas del cuerpo que brotan del cadáver del artrópodo.
El documental “Planet Earth” de BBC suele citarse como fuente por los creadores de “The Last of Us”. El “hongo de las hormiga zombi” no solo parasita a su huésped con horrendos resultados, sino que altera su comportamiento para facilitar su propagación.
El Ophiocordyceps unilateralis se encuentra principalmente en entornos de selva subtropical, donde evolucionó para parasitar específicamente a las hormigas de la familia Camponotini. Las esporas del hongo se adhieren al exoesqueleto del insecto cuando descienden de las ramas y se acaban infiltrando en su organismo. Una vez infectada, la hormiga sufre convulsiones que la hacen caer al suelo. A continuación, sucede el comportamiento “zombi”: la víctima se dirigirá hacia una planta a mediana altura, cerrará sus mandíbulas contra el tallo o las nervaduras de la hoja con una fuerza excepcional y morirá.
Como se dijo antes, el Cordyceps brotará entonces del cadáver por las hendiduras del exoesqueleto y desarrollará un esporocarpo en su parte superior. Diseminadas las esporas, podrán afectar a otras hormigas, y en función de las condiciones de humedad y densidad, podría llegar a terminar erradicando a una colonia entera.
¿Puede el Cordyceps infectar a los humanos?
Pese a lo horrible que se lee lo anterior, estamos lejos en la vida real a una historia de “zombis” similar a lo visto en “The Last of Us”: el Ophiocordyceps unilateralis no infecta a los humanos ni -por supuesto- los vuelve agresivos contra su propia especie.
A modo de curiosidad, una de sus variantes, el Ophiocordyceps sinensis, es uno de los ingredientes utilizados más comúnmente en la medicina china tradicional. Conocido con el sobrenombre de hongo de la oruga china y también como el viagra tibetano, este hongo es célebre por sus propiedades vigorizantes protegiendo el sistema hepático y cardíaco e incluso potenciando la fertilidad y la libido.
De todos modos, existen documentados casos de agresividad alucinatoria. Si al cornezuelo (Claviceps purpurea) que afecta al centeno se lo consume sin querer en exceso, puede provocar intoxicaciones que se han atribuido a posesiones o brujería, como el “fuego de San Antón”.