Una de las producciones que más llamó la atención en Netflix estos días es el documentar llamado ‘El estafador de Tinder’, a través de la que se muestra la vida y el modus operandi de un hombre que se hizo llamar Simon Leviev, y que embaucaba a mujeres mediante la plataforma de citas más famosa.
Leviev es en realidad el nombre falso del ciudadano israelí Shimon Hayut, un estafador que se dedicó a timar mujeres en su país y en Finlandia hasta que cayó preso. Ahora, con la difusión del documental en la plataforma surgió una historia similar ocurrida en Argentina.
Se trata de Roberto Carlos Bello (49), un hombre que fue detenido en 2019 por haber estafado a muchas mujeres a través de Tinder: seducía a las víctimas, les sacaba información, inventaba historias dramáticas y luego les robaba.
Bello fue bautizado como “el gigoló de zona norte” y entre sus múltiples estafas se cuenta la del robo de 20 mil dólares a una maquilladora. Sin embargo, en su prontuario no solo aparecen los engaños. En la fiscalía de Pilar tiene una causa por violencia de género que se originó en 2018, cuando una mujer lo acusó de haberla encerrado para sacarle plata. La víctima indicó que Bello actuó de esa forma luego de que ella lo amenazara con denunciar su modus operandi.
Según lo consignó TN, en diciembre del año pasado volvió a ser detenido luego de que su pareja lo denunciara por golpes y amenazas originados cuando ella le pidió explicaciones por sus antecedentes. Al momento de dicha denuncia, la víctima ya le había prestado 30 mil dólares.
El modus operandi del estafador argentino de Tinder
Corría noviembre de 2019 y una de las tantas mujeres que padecieron el accionar de Bello decidió ir a la Justicia. Se trataba de una productora de TV que había conocido al ‘gigoló de zona norte’ a través de Tinder y con quien se encontró de una vez.
Tras esa primera cita, avanzaron en la relación y al cabo de unos meses el sujeto cambió de actitud: comenzó a pedirle dinero bajo el pretexto de que lo necesitaba para su mamá, quien estaba enferma.
Su víctima, sobrina de un importante dirigente político, primero accedió a prestarle 5 mil dólares. Pero lo terminó denunciando cuando le pidió más dinero en efectivo.
La fiscal de San Isidro comprobó el relato de la víctima y llegó a la conclusión de que el estafador acumulaba denuncias de características similares.
Incluso, verificó que en abril de ese mismo año a una maquilladora de televisión le había sacado 20 mil dólares con la excusa de realizar una inversión, señaló TN.
