El Dibu Martínez paró a cargar nafta en una estación de servicio de Mar del Plata. El arquero de la Selección Argentina se bajó de su camioneta como cualquier conductor y pidió que le llenaran el tanque.
“Lo primero que vi fue que el chico tenía tatuada la Copa del Mundial, pero nunca imaginé que el ‘Dibu’ Martínez era quien manejaba”, contó Marcelo, uno de los trabajadores de la estación de YPF.
Después volvió a subir al vehículo, bajó el vidrio polarizado y, fiel a su estilo, lanzó una broma: “Hola ¿Te sorprendiste, no?”.
“No podía creer lo que estaba viendo. Frente a mis ojos tenía al mejor arquero del mundo. No lo pude abrazar porque no se bajó de la camioneta, pero le pude dar la mano. ¡La mano con la que atajó los penales!”, contó.
Inmediatamente le pidió una foto y el Dibu aceptó sin problemas. Después llamó a otro empleado que en ese momento estaba en la estación y se sacaron otra foto juntos.
“A los gritos lo llamé a Jonathan que estaba en la oficina y vino corriendo. En total nos sacamos tres fotos. Es un tipo muy sencillo, cordial y muy amable”, contó.
“Nos alegró la tarde. El pueblo que tiene unos 400 habitantes está revolucionado por la visita. En la estación de servicio por la mañana o por la nochecita suele haber gente. Pero a la hora que pasó estábamos nosotros dos nada más. Yo creo que cuando vuelva a Buenos Aires va a pasar por acá y nos vamos a reencontrar y será muy bien recibido”, concluyó Marcelo.
