Precaución ante todo, es lo que más se pide en estos tiempos de pandemia y contagio. Cuando en algunos países llega la temporada de verano y los casos disminuyen, en otros la estación de invierno vuelve a aumentar los números. Al final, no hay descanso y al cuarentena y prevenciones continúan efectuándose en varias partes del mundo.
Es por eso que una pareja de abuelos tomó una drástica decisión para poder, finalmente, ver a sus nietos. Desde el 1 de marzo que Barbara y Clive Walshaw se encontraban confinados en su cada en West Yorkshire (Inglaterra), siguiendo las pautas de la crisis sanitaria y prevención por contagio del coronavirus. A pesar de que la tecnología ha contribuido a mantener el contacto y sentir cerca a aquellos que solo pueden estar lejos, lo cierto es que 9 meses habían sido demasiado para estos abuelos, el no poder abrazar a los pequeños y no tener contacto físico con ellos.
Fue entones cuando a Barbara se le ocurrió una idea, que además de no tener fallas, sería muy divertida. Ambos se disfrazaron como osos polares inflables, para así poder abrazar a sus nietos sin correr riesgos. “Son las mejores 15 libras esterlinas que había gastado en mi vida, me traen tanta alegría y un puro espíritu navideño”, escribió la mujer. Con unos disfraces de 1.80 metros de alto, sorprendieron a sus tres pequeños.
El emotivo encuentro duró poco más de 5 minutos y estuvo lleno de llantos, risas y abrazos. Pero su idea fue el mejor regalo que sus Quinn (6), Morgan (8) y Mackenzie (14) pueden haber recibido. “Queríamos tener cuidado porque si nos poníamos mal, no seríamos solo nosotros los que estuviéramos mal, los chicos se sentirían responsables de ello. Pero el vestuario funcionó muy bien. Totalmente cerrado. Creo que fue la mejor idea que he tenido”, explicó la abuela.
Su hijo, Neil Walshaw, fue quien convirtió esta noticia en viral, al publicarla por Twitter. Después de relatar un poco, terminó su texto escribiendo “Fijate en las precauciones anti virales. Podrás ser cool, pero nunca podrás ser tan cool como mis padres”. Después, explicó que para sus hijos “fue un momento que los niños nunca olvidarán y que los mantuvo emocionados todo el día”.