Un hallazgo arqueológico en Yunnan, China, está reescribiendo lo que sabemos sobre la evolución de los moluscos.
Científicos encontraron los fósiles de una babosa prehistórica llamada Shishania aculeata, un molusco sin concha cubierto de espinas, que vivió hace 514 millones de años durante el período Cámbrico.
Una babosa fuera de lo común
Los fósiles de Shishania son únicos en su tipo. A diferencia de los moluscos modernos como los caracoles o almejas, este extraño animal no tenía concha.
En cambio, estaba recubierto de espinas de quitina, un material que hoy se encuentra en los caparazones de insectos y cangrejos.
Guangxu Zhang, autor del descubrimiento, confesó: “Al principio lo llamé ‘la bolsa de plástico’ porque parecía una bolsa vieja y rota”.
El fósil muestra que la parte inferior del cuerpo de la babosa era lisa y musculosa, lo que sugiere que usaba su “pie” para desplazarse por el fondo marino, similar a las babosas actuales.
Un vistazo al pasado evolutivo
El hallazgo es clave para entender cómo eran los moluscos en sus inicios. Luke Parry, investigador de la Universidad de Oxford, explicó: “Shishania nos muestra que los primeros moluscos eran babosas acorazadas con espinas, anteriores incluso a la aparición de las conchas”.
Los detalles microscópicos revelaron canales dentro de las espinas que se formaban mediante un proceso natural similar a una impresora 3D, lo que demuestra una evolución temprana fascinante en la fabricación de estructuras defensivas.
¿Cómo era el mundo de Shishania?
El fósil fue encontrado en un sitio excepcionalmente bien conservado en Yunnan, un verdadero tesoro de la vida cámbrica.
La Shishania aculeata medía solo unos pocos centímetros, pero su diseño estaba perfectamente adaptado para defenderse en un ecosistema lleno de depredadores marinos.
En palabras de Jakob Vinther, de la Universidad de Bristol, “Este fósil es una ventana a un momento crucial en la evolución de los moluscos, antes de que desarrollaran las conchas que hoy conocemos”.
Un tesoro científico en Yunnan
La provincia de Yunnan se ha consolidado como una de las zonas más importantes para estudiar el período Cámbrico, gracias a la conservación excepcional de fósiles de animales blandos como la Shishania.
Xiaoya Ma, coautora del estudio, destacó: “Estos hallazgos nos permiten reconstruir la diversidad de los primeros animales en el planeta”.
Este descubrimiento no solo enriquece nuestra comprensión de los moluscos, sino que también aporta información sobre la rápida diversificación de especies durante la Explosión Cámbrica, uno de los períodos más importantes en la historia de la vida en la Tierra.