Un turista, que deseaba probar nuevas experiencias en Tailandia, se salvó de milagro tras un incidente en el Parque Safari y de Aventura Chang Thai Thappraya.
El hombre, oriundo de Hong Kong, se lanzó de una plataforma con una altura de diez pisos atado de pies y manos. Se trata de una actividad conocida como bungee jumping que se práctica en varios lugares del mundo.
Cabe destacar que cuando el bungee jumping se realiza con las medidas de seguridad correspondientes, es una actividad muy segura y que pueden hacer personas de diferentes edades.
Sin embargo, este no fue el caso. “Aterricé sobre mi lado izquierdo, así que las heridas fueron más graves”, declaró a CNN el turista que pidió ser llamado Mike para evitar el acoso en las redes sociales.
“Fue como si alguien me hubiera dado una paliza”, describió sobre el terrible dolor que sufrió. Vale recordar que el hombre tenía las piernas y los brazos inmovilizados.
“Estaba muy alto, así que cerré los ojos. Pensaba volver a abrirlos cuando rebotara. Me di cuenta de que la cuerda se había roto cuando abrí los ojos y estaba rodeado de agua”, agregó Mike, de 39 años.
Pese a las limitaciones que tenía, por las sogas, consiguió salir a la superficie y un empleado del lugar le ayudó a salir del agua. Tras el hecho, el parque le devolvió lo que pagó por hacer bungee jumping y también las radiografías y ecografías.
El fundador del parque, Nithit Intim, aseguró que es la primera vez que se corta la soga de esta atracción. Intim aseguró que Mike había firmado una exención de responsabilidad antes de hacer el salto.
“Nuestro personal explicó que, si ocurre cualquier percance o accidente, nuestra empresa compensará las facturas médicas. Pero el cliente no puede exigir indemnización por otro tipo de gastos”, dijo Intim.