Para los amantes de los gatos, saber que su compañero felino se siente seguro y cómodo es fundamental, pero lo cierto es que algunos gatos son más sensibles que otros cuando sus dueños se van de casa.
A diferencia de la creencia popular de que los gatos son completamente independientes, ciertas razas tienden a formar vínculos muy estrechos con sus dueños, a tal punto que experimentar soledad puede ser angustiante para ellos.
1. Siamés
Los gatos siameses son famosos por su carácter cariñoso y dependiente. Esta raza forma un lazo muy profundo con su humano, desarrollando una notable sensibilidad emocional que los lleva a percibir incluso los cambios de humor de sus dueños.
Cuando están solos, los siameses suelen volverse ansiosos, maullando y caminando de un lado a otro en busca de sus seres queridos.
Esta inquietud es resultado de su naturaleza altamente social, lo que los convierte en excelentes compañeros, pero también en gatos que requieren bastante compañía.
2. Ragdoll
El Ragdoll es una de las razas más tiernas y afectuosas, conocida por su carácter relajado y su gusto por estar en brazos, lo que le valió el nombre de “muñeca de trapo”.
Sin embargo, esta misma dulzura se convierte en un desafío cuando su dueño se ausenta, ya que los Ragdolls pueden volverse muy dependientes emocionalmente.
Al quedarse solos, experimentan aburrimiento y ansiedad, y pueden pasar horas mirando por la ventana o en el lugar favorito de su dueño, esperando su regreso.
3. Esfinge
El gato Esfinge, aunque conocido por su aspecto único debido a la falta de pelo, es en realidad un felino extremadamente afectuoso y devoto de sus dueños.
Esta raza tiene una conexión emocional intensa con quienes los cuidan, buscando constantemente la compañía y el contacto físico.
Al quedarse solo, un Esfinge puede experimentar tristeza e incluso depresión, ya que necesita atención constante y una sensación de seguridad.
Además, al no tener pelaje, suele buscar la calidez de sus dueños para mantenerse cómodo, lo que intensifica su apego.
