El ketchup casero es una opción práctica y deliciosa que permite disfrutar de un producto sin conservantes ni aditivos. Su preparación es sencilla, y al hacerlo en casa se puede ajustar el nivel de dulzura y acidez según el gusto personal. Este condimento es perfecto para acompañar papas fritas, hamburguesas, y otros snacks, ofreciendo un sabor auténtico y natural.
Ingredientes necesarios
Para preparar un ketchup casero necesitas los siguientes ingredientes básicos:
- Tomates frescos (500 g): de preferencia maduros, para un sabor más concentrado.
- Vinagre de manzana (50 ml): proporciona la acidez necesaria y actúa como conservante natural.
- Azúcar (50 g): ideal para balancear el sabor ácido del tomate.
- Cebolla (1 pequeña): le da un toque de sabor y profundidad.
- Ajo (1 diente): opcional, para quienes buscan un perfil de sabor más intenso.
- Sal: una pizca para resaltar los sabores.
- Especias al gusto: como pimienta, clavo de olor o pimentón, para personalizar la mezcla.
Paso a paso de la receta
- Corta los tomates y la cebolla en trozos pequeños para facilitar la cocción. Si decides usar ajo, pícalo finamente.
- En una olla mediana, coloca los tomates, la cebolla, el ajo y una pizca de sal. Cocina a fuego medio hasta que los tomates se deshagan y la mezcla se torne espesa.
- Agrega el azúcar y el vinagre, removiendo constantemente. Deja que los ingredientes se integren y continúa cocinando hasta que la mezcla espese.
- Retira la olla del fuego y deja enfriar unos minutos. Luego, procesa la mezcla con una batidora hasta obtener una textura suave y homogénea.
- Para un resultado más fino, puedes pasar el ketchup por un colador y retirar las semillas y restos de piel.
- Vuelve a calentar unos minutos y ajusta con sal y especias al gusto.
Esta receta de ketchup casero es una opción saludable y sabrosa que puede conservarse en la heladera hasta por una semana. ¡