Tormentas, tornados y huracanes son todos fenómenos tienen mucho que ver entre ellos, y su clasificación depende, entre otros, de la potencia de sus vientos y lo letales que puedan llegar a ser. Puntualmente nos centramos los dos últimos, que parecen hermanos.
Los tornados y huracanes pueden llegar a ser similares en su estructura general, y claro, causar mucho daño, según la NASA, pero hay una gran diferencia. La “más obvia es que tienen escalas drásticamente diferentes”.
Ambos “se forman en diferentes circunstancias y tienen diferentes impactos en el medio ambiente”, dice la agencia del gobierno estadounidense responsable del programa espacial civil, pero los tornados específicamente son “circulaciones a pequeña escala” cuyo radio podría alcanzar entre 1,5 y hasta 2 kilómetros. Entre tanto, los huracanes que tocan tierra “a menudo van acompañados de múltiples tornados”, dice la NASA.
Qué es un tornado
“Un tornado es una columna de aire estrecha que gira violentamente y que se extiende desde una tormenta eléctrica hasta el suelo”, afirma la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica, NOAA.
No es fácil ver un tornado, al menos que lleve forma de “embudo” de condensación que está compuesto por agua, polvo y escombros. Estos son muy peligrosos, advierte NOAA, pues “pueden ser uno de los fenómenos más violentos de todas las tormentas atmosféricas que experimentamos”.
Los tornados están estrechamente vinculados con las tormentas y los huracanes, pues estos pueden producir tornados que se forman “dentro de las bandas de lluvias y tormentas eléctricas que están muy lejos del centro del huracán”.
Para determinar la fuerza de un tornado, se clasifican de 0 a 5 en la llamada escala F.
Si bien son presentes en todos lados, los países que más tienen son Estados Unidos, Argentina y Bangladesh. Solo en el primer país se registran anualmente unos 1.200 tornados al año, según NOAA.
Qué es un huracán
Los huracanes son las tormentas más grandes y violentas que puede haber sobre la tierra, cuyo término científico es “ciclón tropical”. Únicamente a los ciclones tropicales que se forman sobre los océanos Atlántico y Pacífico se les llama huracanes.
Los huracanes pueden tener desde 96 hasta 1.600 kilómetros de diámetro, afirma la NASA, que agrega que se forman en latitudes bajas, pero nunca en el ecuador; se forman en aguas cálidas en la superficie del mar que tengan temperaturas sobre los 26ºC y de allí extraen su energía.
Por otra parte, al tocar tierra los huracanes se debilitan porque ya no tienen una fuente de alimentación de los océanos. Sin embargo, cuando su potencia es tan fuerte, alcanzan a causar grandes daños cuando se adentran en tierra debido a sus vientos y a la lluvia que generan a su paso.
El daño que produzca un huracán o un ciclón tropical puede establecerse según su categoría, cuya escala es de 1 a 5, entre los 119 y 250 kilómetros por hora y alcanzando los de categoría 1 un metro y medio, llegando a casi 6 metros en su última magnitud.