En el ámbito de la astrología, cada signo zodiacal se asocia con características, virtudes y defectos particulares que, según los astrólogos, definen nuestra personalidad y actitudes frente a la vida.
Algunos signos son conocidos por su empatía y compasión, mientras que otros destacan por su ambición o su capacidad de liderazgo.
Sin embargo, también hay signos que suelen llevar a cuestas ciertos defectos que los vuelven particularmente complejos.
Uno de esos rasgos menos deseables es la envidia, y en este sentido, uno de los signos del zodíaco suele destacarse como el más envidioso y resentido.
Escorpio: el rey de la envidia y el rencor
En la mirada astrológica, Escorpio se lleva la corona cuando se trata de la envidia y el resentimiento. Este signo, regido por Plutón, el planeta de la transformación y los misterios, posee una intensidad emocional única que puede jugar a su favor o en su contra.
Aunque los escorpianos tienen una gran capacidad para ser apasionados, protectores y leales, también tienen una profunda tendencia a sentir envidia cuando perciben que alguien tiene algo que ellos desean o que amenaza su posición en algún aspecto de su vida.
La envidia en Escorpio no es solo superficial, sino que muchas veces nace de un sentido de injusticia o una percepción de que otros no son merecedores de lo que tienen.
Este signo tiende a analizar y comparar su situación con la de los demás, y si siente que algo le ha sido negado o arrebatado injustamente, la envidia puede transformarse en resentimiento, llevando a Escorpio a almacenar esos sentimientos por largos períodos.
El segundo lugar: Cáncer, el signo de la sensibilidad y los recuerdos
Si bien Escorpio es considerado el más envidioso y resentido del zodíaco, Cáncer no se queda muy atrás.
Este signo de agua, conocido por su sensibilidad y emotividad, también tiene una gran memoria emocional.
Cuando Cáncer experimenta celos o envidia, generalmente es porque siente que alguien ha puesto en riesgo la armonía de su entorno o ha amenazado su seguridad emocional.
Cáncer puede ser muy protector y, cuando siente que alguien ha tomado algo que le corresponde, es capaz de guardar rencor durante largo tiempo.