Lamentablemente, se ha vuelto cotidiano que los estafadores descubran sus víctimas ideales en las personas solteras y solitarias que ingresan a los sitios de citas en busca de amor. Crean perfiles falsos para cortejar, pero lejos de conquistar su corazón se quedan con todo su dinero. Y en las últimas horas, una historia de este tipo se volvió viral en redes sociales.
Palabra linda va, caricia al alma viene, el macabro plan comienza con la sugerencia de descargar una aplicación vinculada al comercio de divisas, que tienta a los usuarios a invertir sus ahorros en una empresa... que por supuesto es falsa.
Esta estafa mundial ha sido informado a los cazadores de fraudes en Reino Unido. El ex detective Mark Williams-Thomas fue contundente al respecto: “Es una estafa sofisticada que vale millones y está operando en todo el mundo”.
En este caso la víctima fue la profesora de matemáticas Eva Kedoula, de 53 años, oriunda de Cricklewood, al norte de Londres, Inglaterra. Un hombre soltero, que al parecer se llamaba Jesse y tenía 34 años, la engañó con un perfil de Facebook Dating.
Después de semanas de relación a distancia, la mujer, divorciada y madre de dos niños, había invertido decenas de miles en la firma de inversión en divisas que, según él, podría hacerla rica. Pero pasó lo que jamás imaginó: perdió US$ 50.000.
Este tipo de estafa de los ahorros a solitarios encerrados en la pandemia llegó a robar a razón de US$ 70.000 por día solo en Reino Unido, informa Mirror.
Y refleja que el mecanismo se llevó a cabo de una manera similar en China, Japón y América Central, con una fortuna pasando a través de una red de cuentas bancarias y de Bitcoin.
Cómo la engañó
Eva se conectó con el estafador en enero último y pronto el ladrón le envió un enlace a la app de dinero.
Ella depositó US$ 7.000, luego recibió una serie de mensajes del software falso que sugerían grandes ganancias, y se entusiasmó.
Fue cuando no tuvo peor idea que comprometer su casa y logró acumular US$ 50.000 de fondos prestados que transfirió.
“Mordí el anzuelo. Se conectó a mi codicia. Había muchas cosas que lo hacían parecer legítimo. Me hizo pensar que estaba ganando dinero, así que pedí prestado dinero que no tenía para invertir más”, se lamenta Eva.
Después de quince días, la mujer trató de retirar su efectivo, pero la aplicación se lo negaba y, como contrapartida, la impulsaba a seguir “invirtiendo” aún más dinero. Ella se negó y, para colmo, amenazaron con llamar a Interpol y la acusaron de delincuente.
“Fue entonces cuando decidí ir a la Policía”, cuenta la mujer de 53 años, que denunció denunció la estafa a Action Fraud, que investiga los delitos cibernéticos.
De acuerdo a las primeras averiguaciones, la rastrearon la estafa nada menos que hasta una dirección de Hong Kong. Los expertos temen que, debido a los sofisticado del método, los estafadores jamás sean atrapados.