Los manteles son una pieza esencial en cualquier mesa, añadiendo un toque de elegancia y color a las comidas familiares y reuniones especiales. Sin embargo, con el uso frecuente, es inevitable que aparezcan manchas difíciles de quitar, como las de vino, salsa o café. Afortunadamente, existe un truco casero que te permitirá devolverle la vida a esos manteles manchados, dejándolos como nuevos y listos para lucirlos en tu próxima comida.
Ingredientes
- Bicarbonato de sodio: 2-3 cucharadas, dependiendo del tamaño de la mancha.
- Vinagre blanco: 1 taza.
- Jabón líquido para platos: 1 cucharada.
- Agua caliente: Suficiente para sumergir el mantel.
- Cepillo de dientes viejo: Para frotar las manchas.
- Lavandina (opcional): Para manchas más persistentes, siempre verificando que el mantel no sea de un material delicado que pueda dañarse.
El paso a paso para recuperar tu mantel
- Si la mancha es reciente, trata de eliminar el exceso de líquido con una toalla de papel, evitando frotar para no extenderla. Luego, espolvorea bicarbonato de sodio directamente sobre la mancha. Deja que actúe durante unos 10 minutos, esto ayudará a absorber parte de la mancha.
- En un recipiente grande, mezcla el vinagre blanco, el jabón líquido para platos y agua caliente. Si decides usar lavandina, añade solo una pequeña cantidad y asegúrate de diluirla bien. Remoja el mantel en esta mezcla, asegurándote de que la mancha esté completamente cubierta.
- Utiliza un cepillo de dientes viejo para frotar suavemente la mancha, moviéndolo en círculos. Esto ayudará a que la mezcla penetre en las fibras del mantel y afloje la mancha. Después de frotar, deja el mantel en remojo durante al menos 30 minutos.
- Retira el mantel de la solución y lávalo como de costumbre en la lavadora, utilizando el ciclo adecuado para el tipo de tela. Si la mancha persiste, repite el proceso antes de secar el mantel al sol, lo que también ayudará a desvanecer cualquier residuo de mancha.