Andrey Noskov y su socia, dos norteamericanos que se dedican a la compra y venta de inmuebles, descubrieron un tesoro artístico valuado en miles de dólares en una casa que compraron en Detroit, ciudad estadounidense ubicada en la frontera con Canadá.
La casa estuvo vacía durante años tras la muerte de su dueño anterior, un profesor de arte, y resultó severamente dañada por el agua. La familia del hombre la vendió con parte de su contenido, aparentemente sin entender el valor de las obras que allí estaban. “Algunas de las piezas más bonitas y preciosas fueron encontradas en el garaje, debajo de papeles rotos y distintas cosas”, comentó la esposa del empresario, Tamara Noskov a CBC News.
La colección de unas 40 piezas de arte esquimal canadiense son originales, firmadas por sus cradores, y datan de diferentes periodos entre los años 1970 y 2000, señala el medio Inuit Art Quarterly. Algunas estaban dañadas y requieren restauración. La colección incluye cinco serigrafías de la famosa creadora inuit de artes gráficas Kenojuak Ashevak, quien falleció en 2013.
William Huffman, gerente de mercadeo de arte esquimal, comentó que “el valor monetario de estas obras se está disparando”. Según dijo, aunque anteriormente las obras de arte de ese tipo se vendían por apenas unos 35 dólares canadienses (o 26 dólares estadounidenses), el año pasado una de las piezas más famosas de Kenojuak Ashevak, ‘Enchanted Owl’ (‘Lechuza encantada’), fue adquirida por 216.000 dólares (o 163.500 dólares estadounidenses).