Cómo salvar tu olla quemada con este sencillo truco casero que la dejará como nueva

Limpiar una olla quemada puede parecer una tarea desafiante, pero con estos métodos, podrás restaurar su apariencia y funcionalidad sin mucho esfuerzo.

Cómo salvar tu olla quemada con este sencillo truco casero que la dejará como nueva
Así podés limpiar una olla quemada, paso a paso

Las ollas quemadas son una de las pesadillas más comunes en la cocina. No solo afectan la apariencia de tus utensilios, sino que también pueden ser difíciles de limpiar.

Sin embargo, con los métodos adecuados y un poco de paciencia, puedes devolverles a tus ollas su aspecto original y asegurar que continúen siendo funcionales.

A continuación, te ofrecemos una guía detallada sobre cómo limpiar una olla quemada, utilizando técnicas probadas y materiales que probablemente ya tengas en casa.

Así podés limpiar una olla quemada, paso a paso
Así podés limpiar una olla quemada, paso a paso

1. Método del bicarbonato de sodio y vinagre

Uno de los métodos más efectivos para limpiar una olla quemada es el uso de bicarbonato de sodio y vinagre. Esta combinación no solo ayuda a deshacerte de las manchas difíciles, sino que también elimina los olores desagradables.

Instrucciones:

  • Deja que la olla se enfríe completamente antes de comenzar el proceso de limpieza.
  • Espolvorea una generosa cantidad de bicarbonato de sodio en el fondo de la olla quemada. Asegúrate de cubrir bien la superficie afectada.
  • Vierte vinagre blanco sobre el bicarbonato de sodio. La mezcla comenzará a burbujear, lo cual es una señal de que el bicarbonato y el vinagre están reaccionando y comenzando a aflojar la suciedad.
  • Deja reposar la mezcla durante 15-20 minutos. Esto permitirá que los agentes limpiadores actúen sobre las manchas.
  • Frota con una esponja no abrasiva o un cepillo de cerdas suaves para eliminar los residuos. Si es necesario, agrega más bicarbonato y vinagre para áreas especialmente rebeldes.
  • Enjuaga bien con agua caliente y seca la olla con un paño limpio.
Así podés limpiar una olla quemada, paso a paso
Así podés limpiar una olla quemada, paso a paso

2. Método del agua y el detergente

Si prefieres un enfoque más simple, puedes usar agua caliente y detergente para limpiar una olla quemada. Este método es ideal para quemaduras menos severas o para mantener las ollas limpias regularmente.

Instrucciones:

  • Llena la olla con agua caliente hasta cubrir el área quemada.
  • Añade unas gotas de detergente líquido para platos al agua caliente. El detergente ayudará a descomponer la grasa y los residuos quemados.
  • Deja que la mezcla repose durante al menos 30 minutos. El calor y el detergente facilitarán la eliminación de las manchas.
  • Usa una esponja no abrasiva para frotar el fondo de la olla. Para manchas persistentes, puedes agregar un poco más de detergente y continuar frotando.
  • Enjuaga con agua caliente y seca bien la olla.

3. Método de la sal y el limón

El sal y el limón son un excelente par de ingredientes naturales que pueden ayudarte a restaurar la limpieza de una olla quemada. Este método es especialmente útil para manchas más profundas.

Instrucciones:

  • Corta un limón por la mitad y exprime el jugo en el fondo de la olla.
  • Espolvorea sal gruesa sobre el jugo de limón. La combinación de ácido cítrico y abrasividad de la sal ayudará a deshacerte de las manchas quemadas.
  • Usa la mitad del limón para frotar la mezcla de sal y jugo de limón en el fondo de la olla. Aplica presión para asegurar que la sal y el jugo penetren bien en las manchas.
  • Deja que la mezcla repose durante 10-15 minutos.
  • Frota con una esponja suave para terminar de limpiar la olla. Si es necesario, repite el proceso.
  • Enjuaga bien con agua caliente y seca la olla.
Así podés limpiar una olla quemada, paso a paso
Así podés limpiar una olla quemada, paso a paso

4. Método del peróxido de Hidrógeno y bicarbonato de sodio

Para las ollas con quemaduras muy severas, el peróxido de hidrógeno combinado con bicarbonato de sodio puede ser la solución que necesitas.

Instrucciones:

  • Mezcla partes iguales de peróxido de hidrógeno y bicarbonato de sodio para formar una pasta espesa.
  • Aplica la pasta sobre las áreas quemadas y deja reposar durante al menos 30 minutos.
  • Usa una esponja o un cepillo de cerdas suaves para frotar la pasta sobre la superficie.
  • Enjuaga con agua caliente y repite si es necesario.

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