El mate es un elemento esencial en la cultura argentina, y su uso diario puede hacer que la virola, esa parte metálica que bordea la boca del mate, pierda su brillo y se oxide con el tiempo. Mantener la virola en óptimas condiciones no solo mejora la estética del mate, sino que también evita la acumulación de residuos que pueden afectar el sabor de la yerba.
Los elementos que son necesarios en el cuidado del mate son muy pocos y todos los tenemos en casa.
- Pasta de dientes blanca (preferentemente con bicarbonato de sodio).
- Un cepillo de dientes viejo o un paño suave.
- Agua tibia.
- Papel absorbente o un paño seco.
Paso a paso:
- Coloca una pequeña cantidad de pasta de dientes sobre la virola. Asegúrate de que la pasta cubra toda la superficie metálica. La pasta de dientes blanca, especialmente la que contiene bicarbonato de sodio, actúa como un abrasivo suave que elimina las manchas y el óxido sin dañar el metal.
- Utiliza un cepillo de dientes viejo o un paño suave para frotar la virola. Haz movimientos circulares, ejerciendo una presión moderada para eliminar las manchas y los residuos. Es importante llegar a todos los rincones, especialmente si la virola tiene detalles grabados.
- Una vez que hayas frotado toda la superficie, enjuaga el mate con agua tibia para eliminar los restos de pasta de dientes. Asegúrate de que no queden residuos de la pasta, ya que podrían afectar el sabor de la yerba.
- Utiliza papel absorbente o un paño seco para secar completamente la virola. Esto es fundamental para evitar que el metal se oxide nuevamente.
Este sencillo truco devolverá a la virola de tu mate el brillo que tenía cuando lo compraste, haciendo que luzca como nuevo. Además, es un método económico y rápido que puedes repetir cada vez que notes que el brillo comienza a desvanecerse.