Muchas veces cuando vaciamos algún frasco solemos descartarlos sin tener en cuenta si se puede reciclar o no. La reutilización de las tapas de los frascos es crucial en la gestión de los residuos, a la vez que se vuelve una herramienta crucial para el cuidado del medio ambiente. Estas piezas de plástico o metal, por más que a veces sean pequeñas, pueden generar un impacto positivo al ser recicladas. Las tapas, de polipropileno o acero, se someten a un proceso que inicia con la separación y limpieza.
Luego, se clasifican por tipo de material, se trituran y funden para crear nuevos productos. Este reciclaje disminuye la acumulación de residuos en vertederos y reduce la necesidad de producir materiales nuevos, promoviendo la economía circular al mantener los productos en uso por más tiempo.
Además de estas estrategias de reciclaje a gran escala, uno puede contribuir a esta dinámica en su propia casa. Existe un truco que puede transformar las tapas de los frascos en excelentes candelabros.
El paso a paso para reciclar las tapas de tu frasco
Los materiales que vas a necesitar son tapas de frascos, una tapa de aerosol, bolitas, un aro de metal, pegamento (adecuado para metal o plástico), pintura en aerosol y spray de secado rápido.
- Preparar la base. Toma la tapa de frasco y pega la tapa de aerosol usando pegamento o silicona.
- Agrega las bolitas. Pega las bolitas alrededor de la tapa. Diseña el patrón según tu preferencia y estilo.
- Seca con spray. Aplica el spray de secado rápido sobre las bolitas para fijarlas y evitar que se muevan.
- Coloca el aro. Adhiere el aro junto a la tapa del aerosol, debes asegurarte que quede bien fija a ambas tapas (frasco y aerosol).
- Pinta el candelabro. Utiliza pintura en aerosol para darle color. Combina diferentes tonos para un toque único y personalizado.