¿Te pasó que, por más que laves la remera, el olor a transpiración persiste como si nada? Ese olor a “chivo” que parece no irse es uno de los mayores enemigos de nuestras prendas deportivas o de uso diario.
Pero no te preocupes, con unos simples trucos podés eliminarlo de una vez por todas. Te dejo un paso a paso fácil para que tus remeras vuelvan a oler frescas y limpias.
Materiales necesarios:
- Bicarbonato de sodio
- Vinagre blanco
- Detergente líquido
- Agua caliente
- Un recipiente grande (puede ser una palangana o una pileta)
- Cepillo de cerdas suaves (opcional)
Paso a paso:
- Remojar la prenda: Llená un recipiente con agua caliente, suficiente para cubrir la remera. Asegurate de que el agua esté tibia, pero no demasiado caliente para no dañar el tejido.
- Añadir bicarbonato: Agregá aproximadamente 2 a 3 cucharadas de bicarbonato de sodio al agua. El bicarbonato es excelente para neutralizar los olores. Remové bien para que se disuelva.
- Vinagre blanco: Añadí media taza de vinagre blanco al agua. El vinagre no solo combate los malos olores, sino que también ayuda a aflojar la transpiración acumulada en las fibras del algodón o poliéster.
- Dejar reposar: Colocá la remera en el recipiente con la mezcla y dejala reposar entre 30 y 60 minutos. Si el olor persiste, podés dejarla más tiempo. Mientras tanto, el bicarbonato y el vinagre harán su magia eliminando el mal olor.
- Frotar las zonas más afectadas: Si el olor sigue en zonas específicas, como las axilas, podés frotar un poco de bicarbonato directamente sobre esas áreas con un cepillo de cerdas suaves o con los dedos. Esto ayudará a remover los residuos de sudor.
- Lavar como de costumbre: Luego de que la remera haya reposado el tiempo necesario, enjuagala bien con agua fría para eliminar todo el vinagre y el bicarbonato. Después, lavala a mano o en la lavadora con tu detergente habitual. Si es una prenda muy delicada, podés usar el ciclo de lavado suave.
- Secado al aire: Para finalizar, es mejor que la remera se seque al aire libre, preferentemente al sol, ya que los rayos UV también ayudan a eliminar olores. Evitá la secadora, ya que el calor puede fijar los malos olores.