El óxido en la bañadera puede convertirse en un dolor de cabeza. Esas manchas anaranjadas no solo arruinan la estética del baño, sino que también dan la sensación de que está descuidado, incluso si lo limpiás regularmente.
Pero no te preocupes: con un solo ingrediente que seguro ya tenés en casa, podés dejarla como nueva sin gastar de más.
El ingrediente mágico: vinagre blanco
El vinagre blanco de alcohol, ese clásico que usás para la ensalada, es un aliado increíble para eliminar el óxido. Sus propiedades ácidas ayudan a disolver las manchas sin dañar la superficie de la bañadera, además de ser ecológico y económico.
Paso a paso para decirle chau al óxido
- Prepará la zona
Asegurate de que la bañadera esté seca antes de empezar. Si la superficie tiene restos de agua, secala con un trapo limpio para que el vinagre pueda actuar con mayor eficacia.
- Aplicá el vinagre blanco
Mojá un trapo o esponja con vinagre blanco y aplicalo directamente sobre las manchas de óxido. Si preferís, podés usar un rociador para distribuir el vinagre por toda la zona afectada.
- Dejá actuar el vinagre
Este es el secreto del éxito: dejá que el vinagre haga su trabajo por al menos 30 minutos. Esto le da tiempo para penetrar y disolver el óxido acumulado.
- Frotá con suavidad
Después del tiempo de espera, tomá una esponja o un cepillo de cerdas suaves y empezá a frotar la mancha con movimientos circulares. Notarás cómo el óxido comienza a desaparecer.
- Enjuagá con agua tibia
Una vez que las manchas se hayan ido, enjuagá la bañera con agua tibia para retirar los restos de vinagre y óxido. Si querés un extra de brillo, pasale un trapo seco al final.