Cómo limpiar las esponjas y otros productos de higiene corporal en 3 simples pasos

Al no realizar una limpieza periódica, estos elementos pueden acumular suciedad y residuos, lo que los transforma en un posible foco de virus, hongos y bacterias.

Cómo limpiar las esponjas y otros productos de higiene corporal en 3 simples pasos
Cómo limpiar las esponjas y otros productos de higiene corporal.

El uso constante de objetos en nuestra rutina diaria puede provocar su deterioro con el tiempo, lo que afecta su eficacia y funcionamiento. Esto aplica a los elementos que usamos a diario para nuestra higiene personal, como esponjas, cepillos y guantes. No solo acumulan suciedad y residuos, sino que también pueden convertirse en focos de virus, hongos y bacterias que podrían afectar nuestra salud.

Cómo es el paso a paso para dejar como nuevos las esponjas y los elementos de limpieza

Para evitar estos problemas existe un método eficaz para dejar tus esponjas, cepillos y guantes como nuevos.

- Primero, llena un recipiente grande con agua tibia y añadí un poco de vinagre blanco. Esta combinación es excelente para eliminar tanto los malos olores como la suciedad acumulada en estos objetos de higiene personal.

- Una vez que tengas la mezcla preparada, sumergí las esponjas, guantes y cepillos en el recipiente y déjalos reposar por una hora.

- Después de haber pasado el tiempo necesario, es importante secar los artículos de manera correcta y apropiada para evitar la acumulación de humedad, que podría causar la proliferación de bacterias.

La influencer y tiktoker Chica Vainilla (@chicavainilla) explica el procedimiento en su video, el cual acumuló más de 45mil reproducciones.

Las esponjas y guantes deben escurrirse bien antes de colgarlos para que se sequen por completo. Los cepillos, en cambio, deben colocarse boca abajo para que el agua se drene más fácilmente y se sequen de manera adecuada.

Este proceso de limpieza profunda es recomendable realizarlo una vez al mes para garantizar que estos elementos se mantengan en buenas condiciones. Sin embargo, se debe complementar con un lavado rápido en agua después de cada uso, lo que ayudará a evitar la acumulación diaria de suciedad y a que se mantengan frescos.

Al colgarlos para que se sequen tras cada lavado, prolongarás su vida útil y mantendrás un entorno más higiénico en tu rutina diaria. Este simple pero efectivo proceso te ayudará en tu limpieza diaria y a largo plazo.

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