Con la llegada del calor llega momento de reorganizar el placard, sacar las prendas de verano y guardar los abrigos que no son necesarios durante esta temporada. Este cambio de ropa puede revelar sorpresas inesperadas, como manchas olvidadas o marcas amarillentas causadas por el tiempo de guardado y la acumulación de polvo. Aunque estas imperfecciones pueden parecer difíciles de eliminar, existen trucos de limpieza efectivos que pueden devolverle a tu ropa su aspecto original sin necesidad de recurrir a productos costosos.
Cómo limpiar la ropa guardada
- Vinagre blanco: Este producto es un aliado poderoso en el cuidado de la ropa. Para eliminar las manchas amarillentas, añadí una medida de vinagre blanco en el compartimento del lavarropas destinado al suavizante y realizá un lavado normal.
- Lavandina: Este método es ideal para prendas blancas que necesitan una limpieza más profunda. Sumergí la ropa en un recipiente con agua y unas gotas de lavandina. Dejala en remojo durante un par de horas. Luego enjuagá y lavá normalmente.
- Bicarbonato de sodio, agua oxigenada y agua: Esta combinación es perfecta para manchas persistentes. Mezclá partes iguales de bicarbonato de sodio, agua oxigenada y agua, y aplicá la pasta sobre la mancha amarilla. Frotá suavemente con un cepillo y dejá actuar entre 30 minutos y una hora. Después, lavá la prenda de manera habitual.
- Pasta de dientes: La pasta de dientes puede ser una solución práctica para manchas pequeñas. Aplicá una cantidad moderada sobre la mancha, frotá con un cepillo de cerdas gruesas hasta que desaparezca y luego lavá como de costumbre.
- Jugo de limón: El limón es un blanqueador natural que, combinado con la luz solar, puede eliminar manchas difíciles. Exprimí jugo de limón directamente sobre la mancha, extendelo bien y dejá la prenda al sol durante todo un día.
Antes de guardar tus prendas, asegurate de que estén completamente limpias y secas. Cualquier resto de suciedad o humedad puede generar manchas o malos olores durante el tiempo de guardado.
